¿Qué hay detrás de los decapitados?


La cabeza colocada frente al Congreso de la República, el pasado 10 de junio, no fue captada por la seguridad del Legislativo. JOHAN ORDOí‘EZ

El 10 de junio Guatemala amaneció con el macabro hallazgo de la decapitación de cuatro personas; las cabezas fueron colocadas en puntos estratégicos de la ciudad, con tres mensajes. Hasta hoy las autoridades no logran argumentar una hipótesis contundente para determinar de qué se trató: ¿control y combate del crimen? ¿Terror y confusión? ¿Distracción mediática?

Mariela Castañon
mcastanon@lahora.com.gt

En la pasarela del Centro Comercial Tikal Futura apareció otra cabeza. En ese edificio funciona un canal y noticiero de televisión. JOSí‰ OROZCOLa Policí­a Nacional Civil trabajó junto con el Ministerio Público para resguardar los restos humanos. JOHAN ORDOí‘EZEn la zona 18 apareció otra cabeza. El hallazgo conmocionó a la población. JOSí‰ OROZCOFrente al edificio de una radiodifusora apareció ayer el cuerpo mutilado de una mujer. CORTESíA

El hecho se origina en una semana de tensión para los guatemaltecos, tras la renuncia del jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Carlos Castresana, y la solicitud de la remoción del ex Fiscal General, Conrado Reyes, quien fue acusado por tener un récord de corrupción en su historial.

Castresana, al hacer pública su dimisión, el pasado 7 de junio, indicó que el nombramiento de Reyes como Fiscal era consecuencia de un pacto entre despachos de abogados adoptistas y que defienden al narcotráfico.

Tres dí­as después, aparecen cuatro cabezas en puntos estratégicos de la Capital, acompañadas con mensajes intimidatorios que conmocionan a los citadinos, al tiempo que dejan más preguntas que respuestas sobre su origen y la intención de quienes cometieron los hechos, evidentemente coordinados con sumo cuidado.

A la fecha, la identidad de los responsables del macabro crimen es una incógnita y no hay testigos del hecho, los mensajes son confusos y no hay videos que den cuenta de los sucesos. Así­ las cosas, el contexto polí­tico es el único indicio que se tiene disponible para indagar de qué tipo de crimen se trata: ¿Control y combate al crimen? ¿Terror y confusión? ¿Distracción mediática?

CRONOLOGíA

La primera cabeza es encontrada a las 5:26 de la mañana del 10 de junio, frente al Congreso de la República, en la novena calle y novena Avenida de la zona 1, con el mensaje: «Esto está sucediendo por todos los malos tratos e injusticias que hay en las cárceles del paí­s. Si usted no le pone mayor interés y dedicación a los malos tratos que hay en las cárceles del paí­s, de lo que acontezca en adelante hacemos responsables al Ministerio de Gobernación y al Sistema Penitenciario y a…».

El cuerpo es de un hombre. Los restos son encontrados dentro de un vehí­culo en la sexta calle y octava avenida de la zona 1, a las 6:20. Los restos aún no son identificados, por lo que permanecen en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) como «equis equis», indica Luis Palencia, jefe de la agencia 18 de la Fiscalí­a de Delitos contra la Vida. El fallecido parece tener algún tipo de ornamento en la dentadura.

El segundo cadáver se encuentra a las 6:25 de la mañana, a inmediaciones de la pasarela del centro comercial Tikal Futura, ubicado en la calzada Roosevelt y zona 11, cerca de un telenoticiero; el mensaje es el mismo que fue colocado en el Congreso, pero hay otra nota incongruente, con poca legibilidad, que es difí­cil descifrar.

En el oí­do, la ví­ctima tiene una argolla en forma de estrella. La ví­ctima fue identificada por la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) y el Ministerio Público (MP) como Iván Leonel González Rodrí­guez, de 17 años, trabajador de un taller mecánico en la zona 5.

Por otro lado, el cadáver del joven fue encontrado el mismo dí­a que la cabeza, pasadas las 10 de la noche, en el bulevar El Pedregal, zona 4 de Mixco. Las partes de su cuerpo fueron desmembradas y abandonadas en bolsas de plástico. De acuerdo con las primeras pesquisas, se cree que Iván fue decapitado aún con vida.

La tercera cabeza es encontrada a las 6:30 de la mañana en el Bulevar Liberación, frente al 11-02, zona 12, cerca de una estación de bomberos, el mensaje dice: «no maz inpunida en govierno». La dentadura de esta persona también tiene algún tipo de ornamento; su cadáver aún no aparece. Se desconoce su identidad y se cree que su edad oscila entre los 28 y 30 años.

La cuarta cabeza es encontrada a las 9:00 horas, en la 13 avenida y 18 calle de la colonia Lavarreda, zona 18. Horas antes (06:15) es hallado el cadáver, en el kilómetro 10.5 de la ruta al Atlántico, en la entrada a Santa Lucí­a Los Ocotes. El mensaje se repite con el que fue colocado en el Congreso y en la pasarela de Tikal Futura.

La ví­ctima es José Roberto Calderón Solórzano, de 23 años, ayudante de un bus urbano en la colonia Alameda, zona 18. Esta persona desapareció un dí­a antes de su muerte. Tiene una argolla en forma de estrella, similar a la que se observó en la cabeza encontrada en Tikal Futura; un corte de cabello hecho con alguna máquina especial y en el hombro izquierdo, tiene un tatuaje en forma de demonio.

«COMBATE Y CONTROL»

El dí­a del suceso, en conferencia de prensa, el ministro de Gobernación, Carlos Menocal, atribuyó los hallazgos y los mensajes intimidatorios contra esa cartera y el Sistema Penitenciario (SP), a una respuesta del crimen organizado y a las pandillas, por el combate que supuestamente se realiza a esos grupos y por el control que se mantiene en los centros carcelarios, desde donde se sabe que se planifican delitos como extorsiones y secuestros.

Sin embargo, esta hipótesis discrepa con la realidad, puesto que el 23 de abril, Gobernación y el SP cedieron a las exigencias de 43 pandilleros para ser trasladados de la cárcel de Fraijanes II al Centro Preventivo para Varones de la zona 18, pese a que habí­an tomado a dos rehenes para conseguir su objetivo.

Se informó que después del traslado de los criminales a la zona 18, se tomaron medidas cautelares en las cárceles para evitar un repunte de extorsiones y asesinatos, pero la situación parece ser otra, puesto que desde ese dí­a, el número de denuncias de extorsión en el Ministerio Público (MP) y en la Policí­a Nacional Civil (PNC) se incrementó, así­ como los asesinatos y la violencia, principalmente en el transporte.

De acuerdo con las estadí­sticas de estas instituciones, un buen porcentaje de hechos criminales se planifican en los «centros de rehabilitación» del paí­s, principalmente en los que cuentan con mayor número de población privada de libertad.

«TERROR Y CONFUSIí“N»

La diputada Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, interpreta el hallazgo de la cabeza frente el Congreso, como una llamada de atención criminal y perversa, dirigida a los parlamentarios, pero también a los medios de comunicación, pues a su criterio, el hecho tiene el objetivo de infundir «terror y confusión» en la sociedad, ya que una cabeza fue localizada en una pasarela de Tikal Futura, cerca de un medio televisivo.

«Yo lo veo como un llamado de atención. Va dirigido a funcionarios y a los medios de comunicación. El objetivo es crear un clima de confusión y terror intencional de parte de algunos sectores que están incrustados en Guatemala», dice.

A criterio de la funcionaria, aunque es difí­cil atreverse a dar una opinión al respecto, considera que la acción buscaba intimidar a los congresistas para dejar de denunciar la impunidad.

Entonces, la elección de Conrado Reyes generó el descontento de la sociedad civil, y la renuncia de Castresana fue un golpe duro para el movimiento ciudadano que se suma a la lucha contra la impunidad.

Montenegro destaca la importancia de realizar una investigación exhaustiva para conocer quiénes están detrás de este juego, que infunde zozobra, pero que también podrí­a distraer a la sociedad de temas relevantes.

«DISTRACCIí“N MEDIíTICA»

Mario Mérida, analista en seguridad, dice que para establecer una o varias hipótesis sobre los múltiples crí­menes, es necesario llevar a cabo un trabajo de recuperación de información que oriente las investigaciones «lo que realmente sucedió» y «se deje de especular».

Mérida dice que el trabajo de inteligencia civil debe ser primordial para presentar los primeros datos a la opinión pública, pues con esto se logra contrarrestar el pánico y la confusión que pretenden generar los grupos del crimen organizado con el asesinato de cuatro personas y la exposición de sus cadáveres.

Aunque el analista considera que es necesario recopilar todos los datos posibles, no descarta que esos grupos busquen ser una distracción mediática, para aprovecharse de la tranquilidad o el desorden de temas impactantes en la sociedad, con el fin de beneficiar a determinados sectores.

En otros aspectos, el analista dice que todo lo hallado ese dí­a debe ser considerado como evidencia en la investigación, pues deben analizarse las notas escritas, las acciones de las entidades sindicadas (Gobernación y SP), el perfil de las ví­ctimas, la forma de asesinato y otros, pues con ello se logrará dilucidar el hecho, el objetivo y los responsables del suceso.

El profesional también opina, en relación de las diez capturas efectuadas el 18 de junio, por el delito de secuestro, que se debe investigar sobre si realmente podrí­an ser los autores materiales de los crí­menes cometidos el 10 de ese mes, o si únicamente se trata de «chivos expiatorios».

BAJO INVESTIGACIí“N

A pesar que Diario La Hora ha intentado recopilar mayor información sobre esos hallazgos, las diferentes fuentes dicen no poder revelar mayores datos, porque el caso se encuentra «bajo investigación».

El fiscal Luis Palencia, de la agencia 18 de la Fiscalí­a de Delitos contra la Vida, quien lleva el caso, argumentó que únicamente podí­an informar sobre lo que los medios de comunicación publicaron, pues el tema está bajo investigación y no se pueden proporcionar más datos para no entorpecer la investigación.

Mientras que el vocero del Inacif, Ricardo Gatica, dice que «no son las personas indicadas» para proporcionar detalles del suceso.

En el caso de la PNC, indica, que es el MP quien se encarga de las pesquisas, por lo que no pueden ofrecer mayores detalles del crimen.

Los mensajes junto a los restos humanos y las coincidencias de las ví­ctimas son, hasta ahora, las únicas pistas del crimen, pero detrás se esconden respuestas a preguntas relacionadas con el contexto de impunidad, que podrí­an dar con los autores materiales e intelectuales, y su interés en generar el caos.

MENSAJE NUEVO HALLAZGO


La tarde de ayer aparecieron los restos de una mujer descuartizada, frente a las instalaciones de radio Sonora, en la zona 15, con un mensaje contra el Ministerio de Gobernación y de Presidios para que se reanuden las visitas y entrega de encomiendas a los reos.

El cuerpo de la ví­ctima se encontraba en cuatro bolsas con la cabeza y extremidades, aunque sin la mano derecha. Los informes preliminares de los bomberos, que atendieron la emergencia, dan cuenta que la ví­ctima fue torturada antes de morir.

Esto, porque la cabeza tiene cortes que suponen que los criminales hicieron un torniquete contra la ví­ctima con alambre de púas.

Como ocurrió en los casos anteriores, junto a los restos de la ví­ctima se encontraba un mensaje escrito a mano: «Para el ministro de Gobernación (Carlos Menocal) y el director de Presidios Eddy Morales. Esto va a seguir si se siguen violando los derechos de los reos».

Los privados de libertad, así­ como sus familiares, demandan que los reclusos de nuevo tengan visitas y reciban encomiendas, las cuales hasta hoy tienen prohibidas, como medidas de prevención frente a posibles hechos de violencia en las cárceles.

IDENTIFICACIí“N

Las autoridades identificaron a la ví­ctima como Wendy Mariela Colin Chávez, de 45 años y jefa de personal del Centro Preventivo para Hombres de la zona 18, quien habí­a sido secuestrada ayer, mientras que su esposo, Henry Giovani Estrada fuera asesinado en la colonia Atlántida.

El hermetismo prevalece en torno a los familiares y amigos de la ví­ctima, mientras que fuentes oficiales atribuyen el macabro crimen a una represalia de los privados de libertad por las restricciones impuestas dentro de los centros de detención.

Este acto de barbarie es similar al del 10 de junio último, cuando cuatro cabezas humanas y tres de los cuerpos fueron hallados en distintos puntos de la capital, con un mensaje con la misma demanda al que apareció ayer.