Para nadie es un secreto que quitarle a las municipalidades del país las funciones hoy asignadas al Renap (Registro Nacional de las Personas) era algo forzosamente necesario ante la corrupción y desorganización imperante, causa fundamental de la falta de certeza absoluta de nuestros procesos electorales, por mucho que se quisiera transparentarlos a ojos de propios y extraños. Costó muchísimo constituir dicha entidad, desde elevados montos dinerarios, tiempo, esfuerzos y sobre todo, lograr el compromiso y la voluntad política para llevarlo a cabo, porque los de siempre se oponían a erradicar de una vez por todas los fraudes y tantas malas prácticas de sobra conocidas.
De ahí que la sola idea de los alcaldes porque se les devuelva la potestad de seguir haciendo dichas funciones, con el pretexto de hacerles llegar recursos perdidos y que el Renap es toda una calamidad operativa, despertó en la ciudadanía una repulsa instantánea. Sin embargo, no se puede tapar el sol con un dedo y peor aún, negar la incapacidad de esta entidad para poder sustituir tan solo la vieja Cédula de Vecindad por el nuevo Documento de Identificación Personal -DPI- pues, a pesar de ser tan clara la ley y el reglamento respectivo, de que con solo presentar la citada cédula y una fotocopia de la misma sería sustituida con el DPI, esto no se cumple por la ignorancia o falta de adiestramiento de su personal.
El director ejecutivo del Renap ha tratado de justificar su mal funcionamiento aduciendo falta de recursos, pero no solo a ello se debe, porque sus empleados demuestran poca educación, preparación y eficiencia. Por otro lado, ¿desconocen nuestras autoridades la imperiosa necesidad de ponerlo a funcionar cuanto antes? Y conociendo a nuestros políticos ¿no hay gato encerrado en todo esto?; ¿cómo es posible que los ministerios de Gobernación y Finanzas no hayan hecho las transferencias monetarias indispensables sabiendo de sobra que eso repercute todavía más en la pésima imagen que ya tienen en la población?, ¿no se busca dejar el camino expedito para la candidatura de un familiar cercano al Presidente, al igual que se hace con los programas de Cohesión Social?
Sabiendo de sobra que las actuales autoridades lo que menos hacen es dar respuestas concretas a los planteamientos y requerimientos de población, creo que es hora de acudir a las medidas de presión para forzarlas a cumplir con sus deberes. No es posible que la gente siga llegando a las oficinas del Renap, sea para obtener su Documento de Identificación Personal, certificaciones o inscripciones de diversa índole, para ser recibidos con un portazo en sus narices o la reiterada respuesta de venga mañana o el mes entrante para ver si ya pudimos resolver su gestión olvidando que, para colmo de males y en perjuicio de la economía de los guatemaltecos, los servicios NO son gratuitos sino muy costosos por cierto.