Qué hay debajo del tapete


Rosana Montoya, A-1 397908, rosana.montoya@yahoo.com

De un tiempo a esta parte he tenido la duda, la desconfianza del contubernio que existe entre el Presidente y el Embajador de Estados Unidos. No suena lógico que a cada traspié que da el Presidente, que por cierto, es, a cada media hora, el embajador McFarland sale corriendo, quebrándose las canillas, a justificar las metidas de pata del Presidente.  Tengo la impresión que más parece su institutriz que el representante de su nación en tierra extranjera. Pero es que McFarland no se siente plenipotenciario de su gobierno, se comporta como si fuera el procónsul en su provincia, eso, me da mala espina.  Ha de haber mucho más abajo del tapete, que soy incapaz de visualizar, pero, sí­ presiento que las cosas no son lo que parecen.  A los gringos, por alguna razón, les conviene que se mantenga en el gobierno el actual Presidente, así­ su gobierno sea una calamidad completa, como de hecho lo es.   Además, los Estados Unidos está consciente del desfalco, que comete la Primera Dama, con el tributo que todos pagamos en impuestos.  Por qué la apoyan, por qué se hacen de la vista gorda y facilitan las transacciones que todo el paí­s conoce, sabe y encubre de la señora del Presidente.  No logro vislumbrar el final.  Pero tengo miedo, del futuro, que como nación, se nos viene encima.  Este tiempo de calamidad climatológica, solo ha venido a servir de trampolí­n a la pareja presidencial, que con la mayor desfachatez del mundo, se pasea, y fotografí­a, en la inauguración de un puente Bailey, que es un artefacto provisorio. Nadie asesora a este matrimonio que está despilfarrando el dinero a manos llenas.  Tal vez me equivoque, y todo sea producto de mi imaginación, pero, es que todos actúan de manera anómala, y a nadie parece importarle las atrocidades, que se comenten dentro de los tres poderes.  Siempre los embajadores gringos se han relamido la miel de la boca, en estas tierras latinas, la menor parte de las veces, como ocurre en la actualidad, la cónyuge es también latina, eso le da una mejor comunicación en el lenguaje, que ya no es tan atropellado, y la visión de la esposa, ayuda a ser mas pasable, y soportable, las presencia del procónsul en nuestra tierra, pero eso no quiere decir, que deje de tener, la mosca atrás de la oreja con respecto a su presencia, que más que eso es una intromisión.