¿Qué caracterí­sticas buscamos en un candidato?


Siempre he hecho la misma pregunta para primero saber qué caracterí­sticas buscamos en un candidato, antes de perder el tiempo en discusiones baladí­es sobre quién podrí­a ser la persona más adecuada para dirigir cualquier actividad, aun teniendo enfrente a una docena de prospectos. De ahí­ que empiece preguntando ¿se puede preferir a alguien por su color, raza, religión, sexo, condición económica? Mi respuesta es que no, pues para el paí­s da lo mismo si es indí­gena o de origen oriental; si es católico o protestante; hombre o mujer, pero en cuanto a sus recursos le digo francamente que prefiero a quien no anda a tres menos cuartillo, porque por experiencia sabemos que lo más seguro es que pronto quiera salir de pobre.

Francisco Cáceres Barrios

Otra pregunta importante: ¿cuál es la tendencia polí­tica preferida, tomando en cuenta la situación actual el paí­s y su panorámica ante el mundo? Resulta lógico pretender que no esté en ningún extremo, que pueda tomar de cada teorí­a lo mejor que tenga. Que no sea apasionado, mucho menos con empecinamientos de cualquier naturaleza. ¿Alguien duda que nuestro paí­s lo que requiere es madurez, prudencia, mesura y sobre todo buen raciocinio? Por ello es que no debiéramos buscar a un hiper laudem sino a alguien que con la más elemental lógica pueda discernir para darle al paí­s lo que más le conviene, como que su sobrada experiencia le sirva para hacerse rodear de gente que con sólidos valores y principios pueda coadyuvar al mejor desempeño de sus funciones. Gobierno en Guatemala debiera significar trabajo en equipo para lograr metas u objetivos comunes y no que cada quien tome el lado que más le convenga, como que quien no alcance las metas preestablecidas, que mejor se dedique a otra cosa.

¿Y qué piensa de la ética, honradez, honorabilidad del candidato? Al grano: el que no tenga de la buena o no haya demostrado serlo a lo largo de su vida, que por favor siga de largo y mejor si al extranjero. ¿Cómo evalúa la necesidad de que el candidato cuente con carisma, personalidad, facilidad de palabra y expresión? Respuesta fácil: ¡valiosí­sima!, porque de lo contrario le costará más ser buen lí­der manteniendo la mejor comunicación posible entre sus colaboradores y su pueblo.

Para terminar he querido dejar lo más importante desde mi punto de vista: ¡sólida y larga experiencia! En nuestra polí­tica no deberí­an tener cabida los advenedizos. No pueden aspirar siquiera los oportunistas, sin planes serios y formales, sin objetivos claros y concisos, pues sin firmar compromisos sujetos a toda prueba el paí­s va a seguir a la deriva. Estimado lector, si usted está de acuerdo conmigo, seguramente se unirá entonces a esta pregunta: ¿qué están haciendo tantos aspirantes que no pasan siquiera la primera prueba?