Qué buen ejemplo el del presidente uruguayo José Mujica


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En interesante artículo publicado recientemente en este vespertino, el colega Eduardo Villatoro dio a conocer la sensibilidad social, muy humana, así como la honestidad del actual presidente de Uruguay, José Mujica, “Pepe”, como le dicen con cariño sus compatriotas.

Indica Guayo Villatoro que Mujica es el presidente más pobre del mundo, y explica el porqué con la elocuencia de la realidad.

Marco Tulio Trejo Paiz


He aquí lo que podría ser una indirecta muy directa a la que se da pábulo respecto de  “Pepe” para que la echen en el matate sus “pariguales” latinoamericanos.
Como lo dice el columnista, José Mujica es “uno de los más correctos, decentes y probos mandatarios” de esta agitada región del continente americano.
El jefe de Estado uruguayo tiene una remuneración mensual que se considera justa, o sea la de 250,000 pesos (equivalentes a unos 12,200 dólares), pero dona el 90 por ciento de ese salario para la ayuda que se da en lo social. Ese dinero lo administra su fuerza política representada por el Movimiento de Participación Popular.
Mujica, entonces, se reserva para sus gastos personales, según se colige, alrededor de 20,000 pesos del signo monetario del citado país cercano a la cola continental, o sea lo equivalente a unos mil dólares. Ese dinerito le basta para costear sus gastos y tiene que  alcanzarle para vivir modestamente, y dice que muchos uruguayos hacen frente a su existencia con ingresos de ínfima cuantía.
El gobernante sureño que protagoniza nuestro breve comentario, o sea Mujica, expresa que no lo afectan las penurias, pues su esposa, la senadora Lucía Toplanski, posee una chacra (granja o quinta) en las afueras de la ciudad de Montevideo –la capital uruguaya–, y en esa heredad tiene sus cultivos que le producen virtualmente los satisfactores indispensables.
Como entre paréntesis, diremos que recordamos que en la extensa y atractiva capital uruguaya conocimos, en ocasión de celebrarse un evento periodístico al que asistieron (o asistimos) unos 700 elementos de prensa de 125 países del mundo, a la joven bella dama, de  singular donaire, Graciela Rompani, quien fue esposa del expresidente Pacheco Areco y, más tarde, en Londres tuvimos la oportunidad de anudar una grata relación con ella. Posteriormente, hubo intercambio de correspondencia –aquende/allende– durante algún tiempo. El doctor Leonel Armando Guerra Saravia, nuestro compañero de viaje, todavía  rememora  nuestro feliz contacto…
Hay algo más digno, de mención, referente a la humildad y a la modestia del presidente uruguayo: Tiene a su disposición un flamante Chevrolet oficial, pero él está prendado de su Volkswagen, un “escarabajo” preferido, que es la única propiedad que tiene, como consta en la Junta de Transparencia y Ética Pública, según se sabe. 
El acucioso articulista Villatoro opina, al final de su columna, que Mujica dio muestras de su sencillez cuando en el  “escarabajo” fue  a una ferretería a comprar una tapadera para la taza de un inodoro y, con ella en las manos, fue a ver un equipo de futbol de segunda división con el propósito de motivar y ofrecer a los jugadores llevarlos a degustar un sabroso asado, si es que ascienden a primera división…
¿Habrá algún parecido, en cuanto a comportamiento oficial y privado, al presidente de Uruguay, José (“Pepe” Mujica) en nuestra América Indiana? Lo dudamos, vale decir, porque todos los “juanes”, los “pedros” y los “pericos de los palotes” se trepan a los guayabales, con pretensiones de eternizarse y medrar a más no poder, desde que se montan en el potro… Se convierten en supermillonarios de la noche a la mañana, ¡incluso mediante las garfadas de  corrupción!!!