La película británica nominada como Mejor Película Extranjera de los Premios Oscar cuenta con un elenco completamente filipino y narra los sacrificios y esperanzas de una familia pobre del campo que prueba su suerte en los oscuros y sórdidos guetos de Manila, la capital.
«Metro Manila,» escrita y dirigida por el británico Sean Ellis, es uno de tres filmes nominados en la categoría de Mejor Película Extranjera en la próxima edición de los Oscar que refleja la vida de los filipinos.
La cinta filipina nominada, «Transit», se centra en la lucha de los trabajadores filipinos en Israel, mientras que la propuesta de Singapur, «Ilo Ilo», trata de una niñera filipina que trabaja para una familia de Singapur.
La Academia escogerá en enero una larga lista de finalistas, la reducirá a cinco en febrero y anunciará a los ganadores en marzo.
«Me pareció una historia hermosa y poética sobre la familia, el sacrificio y la esperanza», dijo Ellis de su filme, que ganó un premio de la audiencia en el reciente Festival de Sundance. La cinta se estrenó en Manila esta semana y comenzará a proyectarse en cines de otras partes del país el miércoles.
La película cuenta la historia de un agricultor y ex soldado, Oscar Ramírez, representado por el veterano actor de teatro Jake Macapagal, y su joven familia, desde los arrozales en el norte rural hasta el caos de Manila, en busca de una vida mejor.
En la ciudad son presa de varios personajes oscuros y la desesperación los obliga a tomar decisiones difíciles. Mai, la esposa de Oscar, interpretada por la actriz cinematográfica Althea Vega, se ve obligada a trabajar en un bar para alimentar a sus dos hijos pequeños.
Oscar consigue empleo de chofer de un camión blindado y se hace amigo de Ong, su supervisor. Ong, interpretado por John Arcilla, es un tipo alegre y que lo ayuda, pero queda en claro que estaba esperando por alguien inocente y confiado como Oscar.
Ellis dijo que la historia está inspirada por algo que vio una vez que estaba de visita en el país. Dos empleados de una compañía de camiones blindados, con chalecos blindados, cascos y fusiles M16 , se gritaban unos a los otros. Todo terminó cuando uno de los dos le dio una patada al camión y después se marcharon juntos.
Ellis explicó que la escena se le quedó en la mente cuando regresó a Gran Bretaña y siguió preguntándose de qué discutían. Eso lo llevó a escribir una sinopsis de 20 páginas, y entonces se fue a Los Angeles a armar el guión con su amigo Frank E. Flowers.
El guión estaba en inglés, pero Ellis permitió a los actores traducir sus partes al tagalo.
Ellis dijo que era extraño dirigir una película en un idioma que no entendía, pero sólo «unos cinco segundos, porque entonces uno comienza a ver las actuaciones y no se preocupa por las palabras, uno confía en que están diciendo lo que indica el guión».
Macapagal, de 47 años y quien pasó un decenio en Europa trabajando en la producción musical «Miss Saigon», dijo que el papel fue «un desafío, pero no muy alejado de los problemas que aquejan a todos los filipinos». Macapagal dijo que podía verse reflejado en la vida de Oscar porque no viene de una familia privilegiada.
El lado oscuro de Manila ha sido explorado en varias películas de directores del país, como el clásico de 1975 «Manila, in the Claws of Light», del galardonado director Lino Brocka, y más recientemente por el conocido director Brillante Mendoza.
«Nuestra ciudad tiene una textura que no vemos normalmente porque a veces somos insensibles a la pobreza», dijo Macapagal, quien agregó que Ellis «echa un vistazo a cosas que normalmente no miramos».
Arcilla dijo que la pobreza que se ve en el filme puede encontrarse en barrios marginales de muchos países. «Para mí no es tanto sobre la pobreza, sino más sobre la supervivencia del hombre y el sacrificio humano», aseveró.
Vega, de 25 años, dijo que es una historia de asumir riesgos y tomar decisiones desesperadas para sobrevivir.