Es «imperativo» que los gobernantes de Europa creen un nuevo organismo que tenga poderes para reestructurar los bancos quebrados a fin de contribuir a que la región supere para siempre su crisis económica y financiera, de acuerdo con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi.
Según el texto de un discurso que pronunciaría el jueves en Londres, Draghi dijo que el nuevo organismo impediría que los bancos en problemas se vuelvan una carga financiera para los gobiernos y, por ende, se rompería el círculo vicioso que impulsa a la crisis del continente, la cual ha persistido tres años a causa del excesivo endeudamiento.
El organismo llamado mecanismo de solución única, tendría capacidad de obligar primero a los acreedores y accionistas de los bancos a que asuman las pérdidas cuando estas instituciones vayan a la quiebra, en lugar de que reciban dinero de los contribuyentes.
Los gobernantes europeos emprendieron el fortalecimiento de sus sistemas bancarios al acordar que el BCE esté a cargo de la supervisión de los bancos. Pero no se han puesto de acuerdo en cómo proceder con el mecanismo de solución.
En conjunto con el plan de garantía de depósito en toda Europa, estas tres medidas integrarían la unión bancaria de la Unión Europea, una parte crucial de la estrategia del bloque de 27 países para combatir su crisis financiera.
Poner al BCE a cargo de la supervisión bancaria fue la primera medida que «allanará el camino para romper el vínculo entre los bancos y sus respectivas soberanías», dijo Draghi en el texto de un discurso que pronunciaría en el edificio Guildhall, sede del Ayuntamiento de Londres.
«Pero para romper este vínculo completamente, también es imperativo crear un mecanismo de solución única», apuntó.