Representantes legales del barón de las drogas Joaquín «El Chapo» Guzmán solicitaron un amparo para intentar evitar su extradición a Estados Unidos, horas después que el capo fue acusado formalmente en México de cargos de narcotráfico y delincuencia organizada.
La solicitud de amparo fue interpuesta ayer en un juzgado de la Ciudad de México y los representantes de Guzmán tienen hasta tres días para ratificarla a fin de que el juez decida si analiza o no el pedido, señaló un funcionario judicial, que no está autorizado a ser identificada por políticas internas que impiden dar conocer detalles de procesos abiertos.
«El Chapo», señalado como líder del Cártel de Sinaloa, fue capturado el sábado en una operación de marinos mexicanos apoyados por autoridades estadounidenses en un condominio del balneario turístico de Mazatlán, hasta donde llegó tras escaparse de una de sus casas en otra localidad, Culiacán, a través de un túnel escondido debajo de una bañera.
Autoridades de Estados Unidos y México lo persiguieron y se les perdió en un laberinto de túneles bajo la ciudad, dijeron el domingo a la AP un funcionario estadounidense y un alto funcionario de la policía que hablaron a condición de no ser identificados porque no estaban autorizados para dar detalles de la operación.
Agregaron que Guzmán tenía un fusil militar en el momento de su detención, pero no disparó. Estaba acompañado de su esposa, la reina de belleza Emma Coronel.
El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, informó a Radio Fórmula que, de hecho, estuvo a punto de ser capturado el lunes pasado en Culiacán.
Añadió que además de su esposa, en el condominio también se encontraban sus dos hijas gemelas, que nacieron en Estados Unidos en agosto de 2011. Coronel también tiene la nacionalidad estadounidense.
Osorio indicó que la esposa fue liberada con sus hijas porque no hay ningún cargo en su contra.
En el lugar también detuvieron a un hombre identificado como guardaespaldas de «El Chapo», quien era interrogado ayer y cuya situación jurídica se decidirá para el miércoles, dijo a la AP un funcionario federal mexicano no autorizado a ser identificado por políticas internas.
Tras su arresto, «El Chapo» fue internado el mismo sábado en un penal de máxima seguridad en el Estado de México, vecino a la capital del país.
El capo también enfrenta cargos en por lo menos siete tribunales de Estados Unidos.
Miembros del narcotráfico han recurrido en el pasado a solicitudes de amparo para evitar su extradición a Estados Unidos, lo que ha retrasado el proceso meses o años, pero al final no han prosperado.
El señalado como líder del Cártel de Sinaloa fue notificado de las acusaciones, que incluyen tráfico de cocaína, en el penal de máxima seguridad donde está desde su arresto el fin de semana, informó ayer el Consejo de la Judicativa federal.
Los cargos están basados en una orden de aprehensión girada en julio de 2009.
El lunes por la noche el ministro del Interior mexicano Miguel Ángel Osorio Chong dijo que no tiene conocimiento de que Estados Unidos hay hecho una solicitud formal de extradición, aunque ha escuchado que existe interés por hacerlo.
Si se presenta esa solicitud el gobierno mexicano la analizará, agregó.
«No tengo información oficial de petición de extradición, he visto diferentes expresiones de algunas autoridades en los EE. UU. pero, oficialmente no tengo ninguna».
Negó que Guzmán tenga que ser extraditado para que se haga justicia o se evite su fuga, como sucedió en 2011, cuando supuestamente salió escondido en una cesta de ropa sucia.
«Él está en su territorio y nosotros haremos todo el trabajo de inteligencia», agregó Osorio Chong en entrevista con The Associated Press. «Creemos que está perfectamente resguardado y vigilado, no creemos que sea necesario hacer nada más.
Un juez tiene hasta hoy para decidir si hay elementos suficientes para iniciar un juicio contra Guzmán, pero un funcionario federal mexicano dijo a The Associated Press que «El Chapo», de 56 años, enfrenta otros cargos en México.
Cualquier fallo en otros cargos en su contra retrasará una posible extradición, dijo el funcionario, quien habló a condición de no ser identificado.
Indemne y con su leyenda al alza, el bajo y fornido hijo de un campesino se ganó durante sus 13 años como prófugo un lugar en la lista de multimillonarios de Forbes y un estatus folclórico como capo que se había vuelto demasiado poderoso para atraparlo.
El 16 de febrero de 2014, investigadores de México con ayuda de agentes de la DEA, del Servicio Federal de Alguaciles de Estados Unidos y de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE) consiguieron la clave que necesitaban con urgencia: rastrearon un celular hasta una de las casas de seguridad en Culiacán que Guzmán usó para evadirse.
El teléfono estaba vinculado con el jefe de comunicaciones del capo, Carlos Manuel Ramírez, alias «Cóndor». Al día siguiente, las autoridades mexicanas arrestaron a uno de los mensajeros de Guzmán, que rápidamente proporcionó detalles sobre las casas de seguridad que estaba usando, dijeron los funcionarios.
En cada casa los militares mexicanos encontraron lo mismo: puertas de acero reforzado y una vía de escape debajo de la bañera. Cada escotilla conducía a una serie de túneles interconectados con el sistema de drenaje de la ciudad.
Un reportero de The Associated Press que caminó por uno de los túneles tuvo que bajar en un canal y agacharse para entrar en un tubo de desagüe, lleno de agua y lodo que olía a aguas residuales.
Unos 700 metros adelante estaba abierta una portezuela que dejaba al descubierto un túnel recién construido. Grande y forrado con paneles de madera, como una cabaña, el pasaje tenía iluminación y aire acondicionado. Al final del túnel había una escalera azul pegada a la pared que conducía a una de las casas que las autoridades mexicanas dicen que Guzmán usó como escondite.
Un día después que los militares casi capturaron a Guzmán en Culiacán, fue arrestado un alto colaborador: Manuel López Osorio. Según los funcionarios, López Osorio contó a los investigadores que recogió en el alcantarillado a Guzmán, al jefe de comunicaciones Ramírez y a una mujer, antes de ayudarlos a huir a Mazatlán.
Una llamada intervenida por agentes del ICE en el sur de Arizona proporcionó la pista final, pues ayudó a rastrear a Guzmán al balneario donde finalmente fue detenido, dijeron los funcionarios.
La investigación del ICE comenzó hace aproximadamente un año con una pista de la oficina de la agencia en Atlanta, según la cual alguien estaba cruzando la frontera con unos 100 mil dólares, dijo Peña, quien fue informado sobre la investigación. Esa persona llevó a los investigadores a otro elemento operativo del cártel, que se cree era un comerciante de aeronaves, lo que les permitió localizar los equipos de comunicaciones de Guzmán.
Se cree que el Cártel de Sinaloa vende cocaína, marihuana, heroína y metanfetaminas en unos 54 países.