«At Any Price» lleva Iowa a Venecia


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La nueva película del director Ramin Bahrani, «At Any Price», es tanto un drama sobre el futuro de una granja familiar en los campos de maíz de Iowa como un duro comentario sobre la presión económica de las grandes empresas agrícolas.

Por COLLEEN BARRY VENECIA / Agencia AP

La segunda lectura presenta dudas muy sombrías sobre qué tan lejos puede llegar la gente para proteger su estilo de vida y por añadidura a sus familias.

La cinta, que se estrenó en competencia en el Festival de Cine de Venecia, presenta a Dennis Quaid como Henry Whipple, un agricultor de cuarta generación que se enfrenta con el dilema de «expandirse o morir» y su segundo hijo, Dean, interpretado por Zac Efron, quien cree que el futuro está detrás del volante de un auto de carreras, no de un tractor.

«Quería hacer una película que cualquiera pudiera disfrutar», dijo Bahrani el viernes previo al estreno. «Realmente puedes quedar atrapado en las emociones de los personajes y las historias. Si no quieren tener una conversación sobre la economía, la sociedad, la política o los alimentos no lo tienen que hacer».

En la película Whipple engaña a su esposa con una ex porrista interpretada por Heather Graham, y también engaña a la empresa de semillas genéticamente modificadas que le entrega semillas ilegales para revenderlas. La historia gira en torno a la duda de si Whipple dice la verdad o si lo encubre todo, pero el dilema moral al que llega al final es mucho más oscuro.

Para Efron, el papel era un poco riesgoso. Su personaje está fundamentado en su rol como el galán del pueblo, pero con un cierto impulso y el tipo de temperamento juvenil que puede alterar el curso de su vida. Nadie se sorprenderá de ver a Efron rompiéndole el corazón a su novia adolescente, interpretada por Elizabeth Newton, pero es más impresionante que sea en una cita con la amante de su padre.

Efron, originario de una pequeña ciudad en el norte de California, dijo sentirse identificado con la ambición de su personaje para llegar a planos más brillantes de la vida.

«Mi auto de carreras fue el teatro. Así pude salir», dijo.

La película evoca vívidamente tres instituciones estadounidenses: el campo, la iglesia y la familia. Pero no deja a los espectadores con una imagen total de la vida simple en un pequeño pueblo o cómo es ahora el sueño americano.

«Pasé mucho tiempo con los granjeros en tractores con GPS y aire acondicionado y eso se convirtió en una sesión de terapia en la que me contaban sus historias. Y claro, algunas de las historias eran sobre infidelidades», dijo Bahrani.

«En los pueblos pequeños todo el mundo se entera de todo, pero… ¿Que vas a hacer qué? ¿Divorciarte y casarte con quién? El pueblo tiene 500 personas y tienes que apegarte a la familia, no importa lo que pase, tienes que seguir con la familia».

Al mostrar el lado rural de Estados Unidos, Bahrani muestra al público en una carrera de autos cantando el himno nacional completo, lo que dijo fue inspirado por la cinta «Nashville» de Robert Altman como una manera de vincular a todos los personajes en un solo lugar.

«Y para hacerlo de una manera subversiva», dijo Bahrani, criado en Carolina del Norte por padres iraníes que se mudaron a Estados Unidos en 1968. «El hombre es culpable, está engañando a su esposa y están sentados hombro con hombro. Él es todo un asesino, pero está saludando a la bandera».