Un millón de quetzales era lo erogado por la Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia, durante la administración anterior, por concepto de salarios y pago a asesores, por lo que Francisco Cuevas, secretario actual, realizará una readecuación con la que espera ahorrarse un 25 por ciento.
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El funcionario indicó que se ha planteado a los trabajadores “que venían de la administración anterior”, una propuesta para adecuar los salarios, pues había trabajadores que ganaban Q12 mil y otros Q5 mil por realizar la misma función.
“He solicitado a la dirección administrativa y de personal, que tratemos de adecuar los salarios en una misma dirección a partir de las funciones y responsabilidades de cada empleado”, indicó Cuevas.
Con dicha acción, se espera poder generar un ahorro de Q250 mil, además de que los contratos de asesorías se han firmado por un periodo de cuatro meses, tiempo que servirá para medir la efectividad de los contratados.
DEUDAS Y DENUNCIA
Además, Cuevas adelantó que la auditoría que se realiza en la dependencia a su cargo ha revelado que existe una deuda de Q9.9 millones y que son al menos 100 proveedores a los que no se les ha cancelado el servicio.
Dicha auditoría se hace en dos sentidos, pues personal interno trabaja en ello, mientras que se pidió también a la Contraloría General de Cuentas que se revise lo erogado durante el período del 14 de enero de 2008 al 14 de enero de 2012.
El secretario de Comunicación Social también afirmó que mañana se solicitará al Ministerio Público una investigación para dar con el responsable de la sustracción de 3 mil casetes, valorados en Q150 cada uno, y que pretendían ser devueltos por el ex titular de esa secretaría, Ronaldo Robles.
Según Cuevas, la asesoría legal señaló que incurre en delito quien sustraiga documentos o insumos de una entidad pública, por lo que se realizará dicha solicitud al ente encargado de las investigaciones.
El funcionario dijo desconocer el contenido de los casetes, pues se negó a recibirlos e indicó que las cámaras de vigilancia instaladas en el Palacio Nacional de la Cultura servirán como prueba sobre la sustracción de ese material.