Aproximadamente 300 millones de quetzales, de un total de 500 destinados al subsidio al transporte urbano, no aparecen. La diputada Nineth Montenegro denunció que estos fondos han sido jineteados, según hallazgos de una auditoría realizada desde 2005 hasta 2007 por la Contraloría General de Cuentas.
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Foco de corrupción
Al mismo tiempo, Montenegro propuso al Contralor, Carlos Mencos, intervenir la Dirección General de Transporte, DGT, pues se ha convertido en foco de corrupción. En una visita de ambos funcionarios a la entidad en cuestión, constataron que la única cámara de vigilancia permanece apagada desde hace más de un mes y los actos anómalos con respaldado por el sindicato de trabajadores del lugar.
El Ministro de Comunicaciones también fue citado, pero no se presentó. La congresista había llamado al titular de esa cartera exigiendo una explicación sobre la erogación mensual de 25 millones de quetzales a los transportistas, que contrastan con 12 millones de quetzales que recientemente «se hicieron perdedizos», declaró.
Podría intervenir
Mientras tanto, Mencos explicó que a partir de hoy y hasta el miércoles, sostendrá reuniones con la comisión encargada de auditar la DGT y no descarta que sea intervenida, pese a que la Contraloría realiza esfuerzos para fortalecer la figura de intervención, con el fin de obtener resultados en corto plazo.
Otra de las propuestas de la parlamentaria es instalar el sistema GPS en las unidades de transporte, ya que las denuncias sobre autobuses que no respetan sus rutas, son cada vez mayores. La Asociación de Usuarios del Transporte Urbano, respaldó las quejas y aporta documentación a las investigaciones de Montenegro.
La reunión entre Montenegro y Mencos, se tenía prevista para las diez de la mañana, pero la diputada dijo que el Contralor se había excusado de asistir. Una hora más tarde, Mencos acudió al Congreso y se disculpó públicamente, argumentando que había recibido una llamada en la que le indicaba que la reunión se había cancelado. «Usted no es así», le decía Montenegro al titular del ente fiscalizador, mientras la diputada independiente Sonia Segura, apareció de la nada y se involucró en la conversación, mientras los fotógrafos y camarógrafos le decían: «Quítese señora», pues interfería en las tomas.