Corea del Norte amenazó hoy con una «potente disuasión nuclear» la víspera de unos ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y Estados Unidos, en el último episodio de una escalada que comenzó en marzo con el hundimiento de una corbeta surcoreana.
Corea del Norte está preparada para una «guerra sagrada de represalias», afirmó la agencia oficial norcoreana KCNA, que cita la poderosa Comisión de Defensa Nacional, presidida por el número uno del régimen comunista, Kim Jong-Il.
Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron ejercicios militares conjuntos a partir del domingo, en respuesta al naufragio de la corbeta surcoreana «Cheonan», que según una investigación internacional fue hundida por un torpedo norcoreano -lo que Pyongyang desmiente enérgicamente- y que dejó 46 marinos surcoreanos muertos.
«El ejército y el pueblo de Corea del Norte contrarrestarán legítimamente con su potente disuasión nuclear los grandes ejercicios de guerra nuclear que serán realizados por Estados Unidos y las fuerzas títere de Corea del Sur», según la agencia KCNA.
Retomando la expresión usada el viernes, Corea del Norte volvió a amenazar con «fuertes medidas físicas».
Corea del Norte «fortalecerá su disuasión nuclear de una manera más diversificada, y tomará fuertes medidas físicas (…) ahora que Estados Unidos ha optado por las provocaciones militares, las sanciones y unas presiones que van más allá de las demandas de la comunidad internacional, incluido el Consejo de Seguridad de la ONU», dijo la agencia KCNA citando a un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
El portavoz, anónimo, no especificó cuáles serían esas «medidas físicas».
La tensión en la península coreana estuvo muy presente en el Foro de Seguridad de Asia, celebrado en Hanoi el viernes con la participación de 27 países, entre ellos Estados Unidos, representado por la secretaria de Estado Hillary Clinton, y Corea del Norte.
Clinton aprovechó la ocasión para instar a los países asiáticos a seguir aplicando las sanciones de la ONU contra Pyongyang, para obligar al régimen a respetar su compromiso de desnuclearización.
En una demostración de fuerza, Corea del Sur y su gran aliado Estados Unidos llevarán a cabo a partir del domingo unos grandes ejercicios militares en el mar de Japón, en los que participarán 200 aviones y 20 buques.
Estados Unidos, además, anunció el miércoles sanciones suplementarias contra Pyongyang, con las que pretende impedir a Corea del Norte vender y/o obtener armas nucleares o material relacionado, así como el lavado de dinero y otras actividades ilícitas.
El régimen de Pyongyang se retiró el año pasado de las negociaciones sobre su desnuclearización, en las que participaba junto con Corea del Sur, Estados Unidos, Rusia, Japón y China. Desde entonces, las conversaciones están bloqueadas.
Según el profesor Koh Yu-Hwan de la Universidad de Dongguk, las nuevas sanciones podrían debilitar la ya frágil economía norcoreana, aunque al mismo tiempo podría ayudar al poder a mantener controlada a la población.
Las sanciones «darían al Norte una excusa para justificar un mayor control de su población, e incluso preparar el camino de la sucesión» de Kim Jong-Il, que estaría reservándole el cargo a su tercer hijo, Kim Jong-Un, dijo el profesor en un artículo al diario de Seúl Hankook Ilbo.
Estados Unidos llamó hoy a Corea del Norte a dejar de utilizar un «lenguaje provocador» luego de que el régimen estalinista amenazara con recurrir a una «potente disuasión nuclear» ante las maniobras previstas desde el domingo entre Estados Unidos y Corea del Sur.
«No nos interesa una guerra de palabras con Corea del Norte», dijo el portavoz del Departamento de Estado Philip Crowley. «Lo que necesitamos de Corea del Norte es un lenguaje menos provocador y más acciones constructivas».
Corea del Norte está lista para una «guerra sagrada de represalias», declaró la noche del viernes la agencia oficial norcoreana KCN, citando a la Comisión de Defensa Nacional de Corea del Norte.
Estados Unidos y su aliado Corea del Sur prevén efectuar desde el domingo maniobras militares a gran escala en el Mar de Japón a fin de presionar a Corea del Norte, acusada de haber torpedeado en marzo la corveta surcoreana Cheonan.
Corea del Norte prometió asimismo el viernes una «respuesta física» a las represalias anunciadas por Estados Unidos.