Rusia y China acordaron hoy incrementar su cooperación militar, que consideran un factor decisivo para la seguridad en el mundo, durante una visita que hizo el presidente ruso Vladimir Putin a Shanghai en la que firmó más de 40 acuerdos bilaterales con su homólogo chino, Xi Jinping.
«Estoy convencido de que la asociación estratégica ruso-china seguirá creciendo», manifestó Putin.
Hay buenas perspectivas para la construcción conjunta de un avión y de un helicóptero, añadió el mandatario ruso al inicio de su visita de dos días en Shanghai, citado por la agencia Itar-Tass.
Coincidiendo con la visita comienzan varios días de maniobras de barcos militares rusos y chinos en el mar de la China Oriental. Pekín se enfrenta con Tokio en esa zona desde hace años por una serie de islas deshabitadas.
Un punto central de la visita de Putin a China es la firma de un número récord de 43 tratados. Hoy se suscribieron documentos sobre seguridad global, cooperación bilateral, energía e infraestructuras.
China y Rusia están preocupadas por los efectos de los fallos de la seguridad informática «en la soberanía estatal y la inviolabilidad de la vida privada», se indicó en un comunicado conjunto, en directa alusión al espionaje estadounidense.
En el texto, citado por la agencia Itar-tass, los dos países llamaron a todas las naciones a «abandonar el lenguaje de las sanciones unilaterales (…) y dejar de apoyar actividades encaminadas a cambiar el sistema constitucional de otros países».
También expresaron su «grave preocupación» por la crisis en Ucrania y llamaron a todas las partes a reducir la tensión y llevar a cabo «amplias conversaciones a nivel nacional».
Se esperaba que durante la visita ambas partes anunciaran un acuerdo para la venta de gas a China, pero aún no pudo concretarse.
«Hemos hecho avances significativos sobre el gas, aunque aún tenemos duda que despejar en relación al precio», señaló el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov. «Está previsto que hoy continúen las deliberaciones», añadió.
El lunes, Putin dio a entender que se estaba cerca de sellarse el acuerdo, que prevé el suministro de al menos 38 mil millones de metros cúbicos anuales de gas a China.
Rusia busca nuevos mercados tras su enfrentamiento con Occidente por la crisis en Ucrania, y China es uno de ellos. La visita de Putin está marcada por el conflicto en Ucrania y el enfrentamiento con Estados Unidos y la Unión Europea (UE). El encuentro entre el presidente y Xi en Shanghai es considerado también un gesto hacia Occidente en el sentido de que Moscú busca nuevos aliados.
Otros de los acuerdos firmados hoy contemplan la construcción de un puente transnacional sobre el río Amur desde el noreste de China a Siberia -a un coste de 400 millones de dólares-, así como una refinería de petróleo en la ciudad china de Tianjin y un proyecto de gas natural licuado.
Putin tenía previsto reunirse con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que se encuentra en la metrópolis china. Ambos participan en una cumbre de seguridad asiática.