El presidente Vladimir Putin dijo hoy que el programa de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) es necesario para combatir el terrorismo, pero que el gobierno debe «limitar el apetito» de la agencia con reglas claras.
Los comentarios de Putin en una importante conferencia de prensa fueron sorprendentemente favorables al gobierno del presidente Barack Obama, que ha enfrentado fuertes críticas por el amplio programa de vigilancia electrónica de la NSA,
Putin, veterano de 16 años de la KBG y exjefe del principal servicio de espionaje ruso, dijo que la vigilancia «no provoca alegría, pero tampoco es causa de arrepentimiento» porque es necesaria para combatir el terrorismo.
Putin agregó que la enorme cantidad de información recopilada limita el daño a la privacidad porque los organismos de seguridad simplemente no pueden procesarla toda.
Al mismo tiempo, insistió que el monitoreo debe estar normado por reglas claras.
«A nivel político, es necesario limitar el apetito de los servicios especiales con ciertas reglas», indicó.
Los detalles del programa fueron filtrados por Edward Snowden, exanalista de seguridad de la NSA.
Al preguntársele sobre Snowden, quien recibió asilo en Rusia, Putin expresó que Moscú no lo controla y reafirmó que Rusia lo acogió con la condición de que abandonara lo que llamó actividades antinorteamericanas.
El mandatario ruso agregó que no se ha reunido con Snowden e insistió en que los órganos de inteligencia rusos no han trabajado con él ni le han hecho preguntas sobre las actividades de la NSA contra Moscú.
Por otra parte, Putin desestimó un reporte que alega que Moscú ha desplegado sus misiles avanzados Iskander en la región de Kaliningrado, que tiene fronteras con Polonia y Lituania, ambos países miembros de la Unión Europea y la OTAN, pero agregó que sigue considerando tal medida algo posible como forma de contrarrestar el sistema antimisiles estadounidense en Europa.
Polonia y Lituania han expresado preocupación ante tal posibilidad y Washington advirtió a Moscú que no tomara medidas desestabilizadoras.
Putin afirmó que Rusia ha estudiado esa posibilidad desde hace tiempo, pero agregó que todavía no ha tomado una decisión.
En referencia a Ucrania, Putin insistió en que el rescate ruso de la abrumada economía ucraniana se debió al deseo de ayudar a un aliado en momentos difíciles y no tiene relación alguna con las conversaciones de ese país con la Unión Europea.
Putin dijo que Rusia decidió comprar 15 mil millones de dólares en deuda ucraniana y reducir el precio del gas ruso que vende a Ucrania para ayudar a una nación «hermana».
El mandatario ruso agregó que la decisión fue impulsada en parte por consideraciones pragmáticas, porque Ucrania ha sido un cliente importante del gas ruso y aliado clave en la cooperación industrial desde los tiempos de la Unión Soviética.