Putin recupera a Crimea para Rusia «sin un disparo»


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El presidente ruso, Vladimir Putin, celebró con fuegos artificiales en el Mar Negro los acontecimientos ocurridos en Sochi y en Crimea. Y es que no sólo fue festejado en los primeros juegos paralímpicos celebrados en Rusia.

Por Ulf Mauder Moscú, Agencia dpa

Casi a la misma hora, los habitantes de la península ucraniana de Crimea celebraban, también con fuegos artificiales, su «vuelta a casa», a Rusia. A pesar de las sanciones impuestas hoy por Estados Unidos y la Unión Europea, Putin prevé seguir adelante con la anexión de ese territorio.

   «Crimea se separa de Ucrania» o «¡Crimea vuelve a Rusia!», son algunos de los titulares que pueden leerse en la prensa sensacionalista de Moscú. Mientras, la televisión estatal no deja de  conectar con Crimea, en imágenes en las que pueden verse y escucharse signos de alegría, banderas, el himno nacional ruso y a marinos de la Flota del Mar Negro cantando.

   Pero ahora que los fuegos artificiales queda atrás, muchos comienzan a ocuparse -también en la cúpula rusa- por las consecuencias económicas y legales de lo ocurrido. Y es que la adhesión de la península de Crimea con sus dos millones de habitantes supone una gran carga para el ya agotado presupuesto estatal ruso. El diario Wedomosti calcula que los costes adicionales podrían ascender a los 88 mil millones de rublos anuales, unos 2 mil millones de euros.

   Los analistas advierten que el presupuesto de 37.500 millones de euros destinado a los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi no serán nada comparado con los costes en infraestructura que supondrá la renovación de Crimea, repleta de edificios suntuosos de épocas zaristas.

   Crimea, destino vacacional con enormes sanatorios como el de Yalta, está «soviéticamente anticuada». A Ucrania se la criticaba desde hace tiempo por no invertir en la península, con mayoría de población rusa. Y quienes ahora votaron por entrar en Rusia esperan tener una vida mejor.

   Moscú prometió a los jubilados pensiones al nivel ruso, es decir, el doble de las que recibían de Kiev, que en los últimos tiempos ni siquiera llegaban completas, ante la amenaza de bancarrota que vive Ucrania. También los cerca de 200.000 funcionarios recibirán sueldos similares a los rusos. Según los analistas, en Crimea los ingresos per cápita son actualmente de unos 10.800 rublos (200 euros), mientras que en Rusia se sitúan en 37.000.

   La anexión de Crimea le saldrá cara a Rusia. Pero los rusos son famosos por no tener en cuenta el dinero ni las consecuencias con las cosas que les importan de verdad. En los próximos días, el rublo empezará a ser también moneda oficial en Crimea.

   Así, cuando Putin pronuncie mañana su discurso en la Sala San Jorge del Kremlin, no sólo abrirá los brazos a los habitantes de Crimea, sino también el bolsillo. Rusia cuenta con una de las mayores reservas de divisas del mundo, unos 500.000 millones de dólares.

   Incluso el ex presidente soviético Mijail Gorbachov, uno de los principales críticos de Putin, ha alabado la política del Kremlin respecto a Crimea.

   «Si Crimea fue anexionada a Ucrania por leyes soviéticas sin preguntar al pueblo, ahora el pueblo ha decidido por sí mismo corregir ese error. Hay que saludar (esta decisión) y no castigarla con sanciones», afirmó el ex mandatario.

   Incluso el normalmente moderado analista Dmitri Trenin, que trabaja en Moscú para el estadounidense Carnegie Center, apuntó hoy en Twitter que las imágenes de Crimea le recordaban a la caída del Muro de Berlín. Se ha escrito un nuevo capítulo en la historia de Europea del este, afirmó Trenin, para quien, a pesar de todas las dudas fundadas, el camino de los crimeos hacia Rusia es un hecho.

   La adhesión es sólo una cuestión «técnica», agrega el analista, que señala que Putin logró devolver a Crimea a Rusia «sin un sólo disparo».