El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, condenó ayer, en su calidad de presidente pro témpore del bloque de países centroamericanos, el «intento de golpe de Estado técnico» que vivió su homólogo hondureño Manuel Zelaya de parte de sectores de la oposición.
«La presidencia pro témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) se solidariza plenamente con el hermano presidente de Honduras, Manuel Zelaya, frente al proceso desestabilizador de la gobernabilidad democrática», señaló Ortega, en un comunicado leído por la primera dama, Rosario Murillo.
En la nota, el mandatario «rechaza el proceso de golpe de estado técnico denunciado por el presidente Zelaya» y «deplora la inseguridad generada por quienes niegan al presidente Manuel Zelaya su legitimo y constitucional mandando en la conducción de la democracia hondureña».
El presidente de Honduras volvió a desafiar este jueves a la justicia y al Congreso hondureños, que han tildado de «ilegal» una consulta convocada para el domingo para pedir a la población si quiere una reforma de la Constitución.
A primeras horas del jueves, cientos de militares fueron desplegados por unas horas por varios puntos de la capital, cuyas principales instituciones estaban vigiladas por soldados fuertemente armados, mientras la capital recuperaba la calma al final de la tarde.
Zelaya había destituido el miércoles por la noche al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez, al negarse a acatar la orden de repartir las urnas y el material electoral para el domingo.