Pulso bajo la atenta mirada de militares


FOTO LA HORA: ORLANDO SIERRA.

Seguidores del presidente Manuel Zelaya se dirigen a la casa presidencial ante la tensión militar en el sistema polí­tico.» title=»FOTO LA HORA: ORLANDO SIERRA.

Seguidores del presidente Manuel Zelaya se dirigen a la casa presidencial ante la tensión militar en el sistema polí­tico.» style=»float: left;» width=»250″ height=»171″ /></p>
<p>El presidente de Honduras, Manuel Zelaya, volvió a desafiar este jueves a la justicia y al Congreso hondureños, que han tildado de «ilegal» la consulta del domingo para pedir a la población si quiere una reforma de la Constitución, ante el ruido de sables de los militares.</p>
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FOTO LA HORA: ORLANDO SIERRA

Toda la cúpula militar renunció a sus cargos en solidaridad con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Romeo Vásquez.» title=»FOTO LA HORA: ORLANDO SIERRA

Toda la cúpula militar renunció a sus cargos en solidaridad con el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Romeo Vásquez.» style=»float: left;» width=»250″ height=»376″ /></p>
<p>A primeras horas del jueves, cientos de militares fueron desplegados por unas horas por varios puntos de la capital, cuyas principales instituciones estaban vigiladas por soldados fuertemente armados, mientras la capital recuperaba la calma al final de la tarde.</p>
<p>«Se hicieron algunas movilizaciones muy temprano de la mañana porque se tení­a información que algunos grupos querí­an causar disturbios», explicó el portavoz castrense, teniente coronel Ramiro Archaga.</p>
<p>Zelaya habí­a destituido el miércoles al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez, al negarse a acatar la orden de repartir las urnas y el material electoral para el domingo.</p>
<p>Toda la cúpula militar y el ministro de Defensa, Edmundo Orellana renunciaron a sus cargos en solidaridad con Vásquez.</p>
<p>La Corte Suprema de Justicia, en una decisión unánime, ordenó este jueves al presidente a que restituya a Vásquez en su cargo, mientras el Congreso Nacional, en una sesión extraordinaria, también adoptó un decreto en el que rechaza dicha destitución.</p>
<p>«La consulta del domingo no se para», sentenció Zelaya quien, en abierto desafí­o y una clara lucha de poderes, y acompañado por centenares de seguidores forzó los portones de la base aérea militar Acosta Mejí­a, en un costado del aeropuerto de Toncontin de la capital, después de conocer las decisiones del resto de los poderes del Estado.</p>
<p>El propio presidente cargó las cajas con el material y las urnas que llegaron en un avión procedente de Venezuela, según fuentes de la base, para trasladarlas a la Casa Presidencial, único lugar, según él, donde iban a estar seguras antes de empezar a distribuirlas el viernes.</p>
<p>Horas antes, fiscales del Ministerio Público y magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se habí­an trasladado a la base aérea para decomisar el material de la encuesta que habí­a sido declarada ilegal.</p>
<p>Zelaya aspira a modificar la Carta Magna para permitir la reelección presidencial, pero esa iniciativa ha sido tachada de «ilegal» por el Tribunal Supremo de Elecciones, el Congreso y la Fiscalí­a, además de la mayorí­a de las organizaciones sociales.</p>
<p>El mandatario hondureño, cada vez más solo en su palacio presidencial, quiere que la ciudadaní­a apruebe la instalación de otra urna en las elecciones generales del 29 de noviembre para decidir si se convoca a una asamblea constituyente.</p>
<p>Zelaya, que termina su presidencia de cuatro años el 27 de enero, argumentó el miércoles que los cambios que propugna en la Constitución serán para que «la democracia no esté en manos de unos pocos», aunque no mencionó el tema de la reelección, a lo que se oponen las fuerzas polí­ticas.</p>
<p>Tras conocer los dictámenes de los diversos órganos del Estado en contra del llamado a las urnas, Zelaya tildó a la Corte Suprema de Justicia de «vergí¼enza» y calificó de «bárbaros» a los legisladores.</p>
<p>Zelaya, un terrateniente y empresario amante de los caballos y los aviones, que accedió al poder el 27 de enero de 2006 con el conservador Partido Liberal (PL), ha dado un espectacular giro a la izquierda.</p>
<p>Además de integrarse a la Alternativa Bolivariana de las Américas (ALBA), que ha impulsado el presidente venezolano Hugo Chávez, se ha convertido en uno de los aliados de Cuba en la región.</p>
<p>Precisamente, el lí­der cubano, Fidel Castro, escribió un artí­culo en el que se solidarizó con Zelaya y afirmó que la crisis supone «una prueba» para el mandatario estadounidense Barack Obama y la OEA.</p>
<p>Por su parte, los miembros del ALBA denunciaron este jueves en la ONU «una tentativa de golpe de Estado» contra Zelaya.</p>
<p>«Denunciamos delante de la comunidad internacional un golpe de Estado en curso contra el compañero José Manuel Zelaya, presidente constitucional de la República de Honduras», declararon en un comunicado.</p>
<p>Hugo Chávez dijo desde Caracas que «está en marcha en Honduras un golpe de estado», en tanto el mandatario nicaragí¼ense Daniel Ortega dijo que «la presidencia pro tempore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) se solidariza plenamente con el hermano presidente de Honduras».</p>
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REGIí“N Condenan situación


El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, condenó ayer, en su calidad de presidente pro témpore del bloque de paí­ses centroamericanos, el «intento de golpe de Estado técnico» que vivió su homólogo hondureño Manuel Zelaya de parte de sectores de la oposición.

«La presidencia pro témpore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) se solidariza plenamente con el hermano presidente de Honduras, Manuel Zelaya, frente al proceso desestabilizador de la gobernabilidad democrática», señaló Ortega, en un comunicado leí­do por la primera dama, Rosario Murillo.

En la nota, el mandatario «rechaza el proceso de golpe de estado técnico denunciado por el presidente Zelaya» y «deplora la inseguridad generada por quienes niegan al presidente Manuel Zelaya su legitimo y constitucional mandando en la conducción de la democracia hondureña».

El presidente de Honduras volvió a desafiar este jueves a la justicia y al Congreso hondureños, que han tildado de «ilegal» una consulta convocada para el domingo para pedir a la población si quiere una reforma de la Constitución.

A primeras horas del jueves, cientos de militares fueron desplegados por unas horas por varios puntos de la capital, cuyas principales instituciones estaban vigiladas por soldados fuertemente armados, mientras la capital recuperaba la calma al final de la tarde.

Zelaya habí­a destituido el miércoles por la noche al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez, al negarse a acatar la orden de repartir las urnas y el material electoral para el domingo.