«Puedo hundir al deporte español»


La esposa del doctor Eufemiano Fuentes, principal implicado en el escándalo de dopaje conocido como Operación Puerto, dijo que podrí­a «hundir» al deporte español si revela lo que sabe.


Las declaraciones fueron retomadas hoy por otros medios españoles tras haber sido formuladas el fin de semana por Cristina Pérez, ex campeona española de atletismo, medalla de bronce en 400 m planos del Campeonato de Europa de Liévin (Francia) en 1987.

«Yo sé lo que ocurrió en (los Juegos Olí­mpicos de) Barcelona 1992 y soy una caja de Pandora que, como me abra un dí­a, el deporte se cae abajo, pero por respeto a mis compañeros, a la gente que se está sacrificando, me mantengo callada, aunque yo hablarí­a para hundir a todos los que están metidos en este mundillo, desde el Consejo Superior de Deportes al organismo más pequeño», afirmó.

El doctor Fuentes, detenido y puesto en libertad posteriormente por la Guardia Civil en mayo del 2006, se encuentra en el centro del gran escándalo de dopaje sanguí­neo que supuso la Operación Puerto, que sacudió al ciclismo europeo y cuya investigación está actualmente paralizada en España.

Un juez español volvió a archivar el caso en octubre pasado, provocando una nueva apelación del fiscal, sobre todo a petición del Consejo Superior de Deportes.

El caso, descubierto con la incautación de bolsas de sangre congelada y de plasma sanguí­neo, alcanzó a numerosos ciclistas conocidos, como el alemán Jan Ullrich, que anunció su retirada, el italiano Ivan Basso y el español Francisco Mancebo, entre muchos.

Cristina Pérez, de 43 años, es sospechosa de dopaje en los Juegos de Seúl 1988, y defendió a su marido sin negar prácticas muy similares al dopaje, considerando que es una ví­ctima de una «campaña» del Estado español.

«La Guardia Civil y el Estado hicieron una chapuza, porque llamar jefe de una trama criminal a un médico que se dedica a la medicina deportiva y que no ha matado a nadie, me parece vergonzoso para el Estado español», espetó.

«El juez, de hecho, ya dio carpetazo a este tema», afirmó.

Pérez precisó que abandonó la competición a los 31 años. «No tení­a ganas de picarme con jovencitas de 17 (años) y me hallaba hastiada al comprobar que el deporte, en general, es una hipocresí­a de la que no se libran dirigentes ni deportistas, donde abundan los casos de dopaje y todo parece permitido con tal de ganar», aseveró.

«Muchas de las medallas olí­mpicas» españolas se lograron gracias a su marido, añadió.

España ganó un récord de 13 medallas de oro en los Juegos de Barcelona, recordó.