Publicidad Gubernamental


A nadie escapa la fuerte presencia de la publicidad gubernamental en los medios de todo tipo, vallas, mupis, radio, televisión, prensa escrita y electrónica. Todos los medios o casi todos cuentan con una buena parte de ingresos cuando le venden sus espacios publicitarios a los anunciantes de gobierno. Claro que cualquier estudiante de ciencias polí­ticas nos puede dar cátedra acerca de lo importante e imprescindible que es la comunicación efectiva de un gobierno para con su pueblo aunque está muy claro que el verdadero y único objetivo de cualquier gobernante es lograr la reelección personal o de partido por medio de esta efectiva comunicación, léase incrementar la demanda del electorado o por lo menos impedir su erosión.

John Carroll S.

Cuando una empresa privada hace publicidad, generalmente lo hace con el mismo fin: aquel de que le compren su producto y que se lo compren una y otra vez o aquel de mantener un estatus privilegiado en el «top of mind» o de hacer algún anuncio que pueda de alguna u otra manera incrementar su situación patrimonial o reducir pérdidas por decisiones erróneas.

El asunto es, estimado lector, poner la cabecita a trabajar y preguntarnos qué necesidad tenemos nosotros de vernos bombardeados diariamente por la publicidad gubernamental. ¿Que ganamos nosotros, que somos los dueños del circo, cuando los payasos montan un andamiaje publicitario y se gastan buena parte de la taquilla para anunciarnos como va la cosa?

Es normal escuchar a polí­ticos hablar de que cuando se gana la elección hay dos cosas que celebrar, una pues que naturalmente están contentos por haber llegado a la guayaba y otra es aquella idea y realidad en la práctica que la campaña de reelección esta ya pagada porque desde ese momento pasan a manejar el erario nacional y nadie que yo recuerde ha dejado de recetarse unos buenos milloncitos para financiar su campaña de reelección directa o solapadamente.

De esto comento por aquello que salió publicado en los medios escritos de hace unos dí­as en donde se detalla como a finales de año se hizo por quinta vez una transferencia de fondos del Ministerio de Gobernación a los programas sociales de Mi Familia Progresa y por supuesto buena parte de estos fondos están destinados a informar y publicitar los alcances y resultados. Alcances y resultados expuestos por sus propios promotores. Mi opinión es que el gobierno en esta como en muchas otras actividades hace un trabajo superfluo, un gasto innecesario y no prioritario. Función social, aquella de informar, con la que ya cumplen los medios privados del paí­s. Unos mal otros bien pero por lo general y por naturaleza con mucho mas objetividad que los medios oficiales porque lógicamente nunca nadie habla mal de su rancho.

Me gustarí­a votar en las próximas elecciones por alguna bancada de diputados que proponga por ley prohibirle al ejecutivo, judicial y legislativo hacer gastos de publicidad y paralelamente mejorar los medios de información abiertos al público para que cualquiera de nosotros pueda observar a detalle cómo, cuanto y donde se gastan nuestros impuestos. ¿Cuánto gastamos en productores, diseñadores, cantantes y pauta de publicidad gubernamental al año? Serí­a interesante conocer el dato y no creo que sea menos de unos cuantos cientos de millones de quetzales que buena falta hacen para tener más y mejores jueces y fiscales, para comprar pupitres y útiles escolares o para comprar medicinas y equipo para los hospitales nacionales.

Aunque como ya lo he dicho antes para mí­ lo fundamental es que el gobierno priorice el gasto en la administración de la justicia y la seguridad, estoy de acuerdo en que lo de la infraestructura educación y salud es discutible, creo que eso de estar pagando para que le den atol con el dedo a uno, eso si está jodido.