Psicosis por gripe porcina


El lunes, una alerta de la gripe adquirí­a tintes de psicosis, ya que se esperaba inminentemente el anuncio de los primeros casos; sin embargo, no se dio. Pero eso no impidió que algunas personas, al pasar por el Hospital General San Juan de Dios, donde supuestamente habí­a un caso usaran mascarilla.

Fotos Carlos Duarte y José Orozco

Dentro de los hospitales, desde el lunes, fue obligatorio el uso de mascarillas, para evitar contagios.Una jornada de cirugí­a correctiva de labio leporino en niños pequeños, se llevó a cabo en un hospital de la zona 10. Sin embargo, en medio de la amenaza de la gripe porcina, madres e hijos acudieron con mascarillas. En la gráfica, una madre acomoda la mascarilla de su bebé.Un joven de la Selección Sub-17 de futbol, a su retorno del Premundial en México, debió arribar al paí­s con mascarilla y luego puesto en cuarentena, mientras pasaba el peligro de contagio.Los hospitales nacionales, como el Roosevelt en esta gráfica, empezaron a tener medidas más drásticas de control, y muchos de los Miembros de la Procuradurí­a de Derechos Humanos monitorearon la existencia de retrovirales en los hospitales nacionales. Sólo dejaron la mascarilla para hablar cómodamente en la conferencia de prensa.De nuevo, los hospitales nacionales endurecieron para el miércoles sus medidas de seguridad, incluso restringiendo el ingreso de cualquier persona a ciertas áreas.Y el temor llegó al Congreso en la sesión plenaria del jueves. El diputado Fredy Viana, del Partido Patriota, llegó con mascarilla al Hemiciclo, por temor a que un compañero le pudiera contagiar del virus.Los sitios de más alto riesgo de contagio son en puntos de reunión masivos, como el metro en México, y en Guatemala, el Transmetro, por lo que los trabajadores municipales fueron apoyados contra esta enfermedad con mascarillas.

La fiebre porcina, cuyo anuncio causó temor en México desde hace una semana, provocó caos y pánico a nivel mundial. Guatemala no fue la excepción, y a pesar de que no se ha confirmado ningún caso positivo en el paí­s, los guatemaltecos no dejaron de tomar precauciones, incluso sin temer al ridí­culo por el contexto en que se desenvolví­an sus actividades.