Pero lo más terrible de todo es que esta mañana otro bus fue objeto de un ataque en la Avenida Petapa, zona 12 capitalina, y los aproximadamente cincuenta pasajeros que viajaban vivieron momentos de terror y angustia, al punto de que rompieron un vidrio de la camioneta para escapar despavoridos del riesgo de ser alcanzados por las balas. No tendrí­amos que aportar pruebas porque cualquiera puede ir a la hemeroteca o navegar en internet para ver lo que se publicó no sólo en La Hora sino en otros medios informativos del paí­s respecto a ese hecho violento contra una de las nuevas unidades de transporte. Cualquier ignorante entiende, además, que un hecho de esa naturaleza no se publica para fregar al Gobierno, sino simple y sencillamente porque constituye una noticia que el público tiene que conocer. Y La Hora consideró que el hecho tení­a magnitud suficiente como para ser parte de nuestra campaña institucional que va dirigida a combatir la indiferencia que mostramos frente a la violencia y de la que el Gobierno no sólo es reflejo, sino que la personifica maravillosamente porque nunca habí­amos visto a un gobierno tan, pero tan indiferente frente a la violencia y la pérdida de vidas humanas. Lo curioso es que pide pruebas un Gobierno que acusa sin pruebas a la Prensa de dar espacio a conspiradores y de formar parte de complot para derrocarlo. Que presente pruebas el Gobierno de lo que dijo su vocero oficioso, el secretario de Comunicación, en el sentido de que la campaña de La Hora se presta a los intereses de los conspiradores. Por supuesto que en el Gobierno quisieran que no se publicara en ningún lado que hoy fue atacada una unidad de Transurbano, como no quisieron que se publicara nada hace una semana. Tanto así­ que la unidad atacada hoy fue removida rápidamente del lugar para impedir que fuera fotografiada, tratando de ocultar la información. Pero el hecho quedó debidamente documentado por los cuerpos de socorro que acudieron de inmediato y no lo pueden ocultar.