¿Porqué nos preocupa tanto lo que hace o deja de hacer esa pequeña isla que con prácticamente la misma extensión territorial que nuestra pequeña Guatemala, (sin contar con Escocia y Gales), no solamente permite que sus noventa millones de habitantes mantengan un nivel de vida que los ubica entre los países industrializados, sino que entre los más poderosos del mundo. Comprendiendo muy temprano, que la limitación que tenía como isla, le obligaba a poseer una flota que les permitiera dominar los océanos. Y de ese poderío, que se encargó de liquidar tanto las aspiraciones españolas, al derrotar a la «Armada Invencible» de Felipe II, como el sueño de Napoleón de hacerse del dominio de los mares. Y así, dueña de los mares inicia esta pérfida señora la conquista de cuanto lugar se le pone enfrente hasta lograr construir el Imperio Británico que en la cúspide de su poder llegó a controlar casi una cuarta parte de la superficie del mundo.
El dominio, no solamente de ese inmenso territorio, sino los beneficios económicos que le reportaba cobijaron a la Compañía de la Indias Orientales, una extraña mezcla de empresa con armada, que igualmente comerciaba los productos del Oriente, que atacaba a sus competidores de las Compañías de las Indias Orientales Francesa y Holandesa, que con la misma ambición amenazaban la supremacía británica. Uno de los empleados de esta compañía, el escocés Adam Smith, se convertiría no solamente en el consentido de la compañía y por consiguiente de la corona. Con su famosa obra «La riqueza de las naciones» se convirtió en uno de los padres del Sistema Británico de Economía o de «libre Mercado». Y allí se inició la historia de explotación de los demás para asegurar el beneficio propio, no a la «brava», sino fundamentado «científicamente».
Y viene al caso este antecedente, aunque pareciera raro, a los acontecimientos que han ocupado la atención mundial (por lo menos en Europa y EE.UU.) con relación al viaje de la antorcha olímpica. Lo mecanismos que han creado los poderes oligárquicos que dominan la economía mundial, en beneficio de la «Pérfida Albión» y que obedientemente han sido seguidos por los EE.UU. que no tienen fronteras, y así tan vemos «trabajar» a la ya famosa NED, en Guatemala, En Nepal, en Venezuela, como ahora que se hace presente en el Tibet con el objetivo de impedir que los chinos puedan demostrar con lujo, su organización de los Juegos Olímpicos.
Y este objetivo, que ha logrado que el mundo considere a la región como una que ha sido invadida por China coartando su derecho a la independencia, tiene antecedentes que puede sernos útiles el conocer para comprender el problema. Problema que pareciera no fuera de nuestro especial y nacional interés. Pero no debemos equivocarnos, porque como ayer, el problema gira alrededor de la economía y para la pérfida, el mantenimiento del sistema que ha llevado al mundo al borde del colapso.
La región de Xinjian, ha sido de enorme interés para China, ya que en ella se encuentra importantes recursos naturales tales como el petróleo, gas natural y minerales, algunos de ellos estratégicos, pero, además, le representa la puerta hacia los recursos de petróleo y gas natural en el centro de Asia, en donde compañías chinas operan y que los llevarán a construir oleoductos desde Kazajstán y Rusia. Y aquí entra en acción la pérfida señora, al tratar de impedir que China lo logre y para ello (porque está de moda) utiliza a los uighurs, constituyen un grupo étnico musulmán predominante en esa región.
Las ambiciones británica no son nuevas, ya durante la II Guerra Mundial, según documentos que han sido publicados por la Hoover Institution y Shangai´s Fudan University, demuestran que Winston Churchill pretendió presionar a Chiang Kay-Shek, para obtener la independencia del Tibet, lo que fue enérgicamente rechazado por este, recordando que todos los acuerdos firmados entre China y la Gran Bretaña, aún aquellos que nacieron de la agresión de esta durante las Guerras del Opio, así lo reconocieron. Por lo consiguiente decía Chiang Kay-Shek, los asuntos acerca del Tibet, son asuntos domésticos chinos.
Así quienes a bombazo limpio abrieron el camino del opio en la China, pretenden detener el crecimiento y el poder de una China que ya es considerada como potencia emergente. Una China a la que habrá de tomar en cuenta en las futuras y cruciales decisiones acerca de la economía mundial. Situación esta que preocupa a la pérfida, dado que al derrumbarse, como se derrumba su sistema de «Libre Mercado», verá también colapsar su eterno sueño de recuperar su condición imperial.
Y una actitud, aún cuando solapada, ya que detrás de ello está el M-16 británico, no debe sorprendernos, porque aquí muy cerca nuestro y clavada en el corazón de nuestra nacionalidad, tenemos el ejemplo de Belice, un territorio guatemalteco, que fue separado momentáneamente de él por la prepotencia de estos hijos de la Gran Bretaña y los traidores nacionales Serrano y Arzú.