De Nepal a Europa, la situación de los derechos humanos en China fue denunciada hoy en numerosas manifestaciones en todo el mundo coincidiendo con la inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín, una vitrina de los avances económicos del gigante asiático.
Mientras millones de chinos se preparaban para celebrar el esperado evento, la controversia sobre los derechos humanos en China y la libertad de expresión se acentuaba.
En Nepal, la policía anunció la detención de 800 exiliados tibetanos por haberse manifestado cerca de la embajada de China en Katmandú.
«Queremos mostrar a los millones de personas que van a mirar la ceremonia de apertura de los JO y a los cientos de atletas que en el Tíbet no existen los derechos humanos», afirmó Tashi Tsering, estudiante tibetano.
Desde los disturbios y la represión china en Lhasa, la capital del Tíbet, en marzo pasado, Katmandú es escenario de protestas diarias contra Pekín.
En Hong Kong, un británico de 33 años fue detenido luego de haber escalado un puente y desplegado dos pancartas a favor de los derechos humanos y de la democracia que decían: «El pueblo de China quiere libertad» y «Queremos derechos humanos y democracia».
Desde el miércoles pasado, tres militantes de derechos humanos han visto denegada su entrada a Hong Kong.
Varias asociaciones defensoras de los derechos humanos prevén manifestaciones para mañana por la mañana cuando comiencen las pruebas de equitación.
Horas antes de la inauguración de los XXIX Juegos Olímpicos, el presidente estadounidense, George W. Bush, abogó por la «libertad de expresión», al inaugurar la nueva embajada de Estados Unidos en Pekín.
«Creemos con firmeza que las sociedades que permiten la libertad de expresión tienden a ser más prósperas y más pacíficas», afirmó Bush.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, que también viajó a Pekín, afirmó que es necesario «acompañar a China hacia el respeto de los valores que son los nuestros».
«No se boicotea a un cuarto de la humanidad», sostuvo Sarkozy antes de reunirse con el presidente chino, Hu Jintao y con el primer ministro chino Wen Jiabao.
En un acto espectacular, la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) pirateó una frecuencia de FM en Pekín para difundir mensajes en francés, inglés, chino y mandarín sobre la libertad de expresión en China.
«Cualesquiera que sean las medidas que adopten, no lograrán poner fin a la libertad de expresión», afirmaba ese mensaje dirigido a las autoridades chinas.
Robert Menard, secretario general de RSF, llamó a las autoridades chinas a liberar a los presos de opinión y a dejar de obstaculizar las frecuencias de radios internacionales que emiten en chino.
En varias partes de Europa se realizarán manifestaciones, vigilias y otro actos por asociaciones de apoyo a los tibetanos y al movimiento espiritual Falung Gong.
En París, la justicia derogó hoy la prohibición policial de manifestarse ante la embajada china, convocada por RSF, que antes se concentrará frente al lujoso restaurante parisino Fouquet»s, en la avenida de los Campos Elíseos, donde el presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, festejó su victoria a la presidencia en mayo de 2007.
Unos 127 atletas, de los cuales unos 40 participarán en los JO de Pekín, firmaron una carta abierta al presidente chino pidiendo el respeto a los derechos humanos, la libertad de expresión y la libertad de culto.
Una curiosa protesta fue la convocada por una alcaldía del sur de Francia, que llamó a sus habitantes a «apagar la televisión» cuando se empiece a transmitir la ceremonia inaugural para recordar así al pueblo tibetano.
La bandera tibetana flameará en el ayuntamiento de ese pueblo, Mouans-Sartoux, hasta el 24 de agosto, último día de estas polémicas olimpíadas.
Al menos 150 bonzos tibetanos en el exilio en la India intentaron ingresar hoy al perímetro de la embajada de China en Nueva Delhi, horas antes de que en Pekín fueran inaugurados los Juegos Olímpicos, anunció la policía india.
Los monjes budistas, vestidos con sus ropas de color naranja, llegaron en autobús frente a la legación diplomática china e intentaron arrancar las barreras de acero y los alambres de púas instalados en torno a las paredes del edificio desde los incidentes de marzo pasado, explicó un portavoz policial.
Las fuerzas del orden indias controlaron a los tibetanos pero algunos se zafaron del cordón policial antes de que se les cortara el paso frente a la embajada.
«Hemos puesto a los monjes en detención provisional y reforzado la seguridad en la embajada», afirmó un policía.
Más de 100 mil tibetanos viven exiliados en la India desde la represión en 1959 de una rebelión antichina en Tíbet y la llegada a este país del Dalai Lama, jefe del budismo tibetano.
Una persona intentó prenderse fuego ante la embajada china en Turquía hoy, mientras un grupo de chinos musulmanes denunciaba la represión de los derechos humanos en ese país, cuya capital es la anfitriona de los Juegos Olímpicos.
Unas 300 personas, en su mayoría refugiados uigures de la región musulmana de Xinjiang (noroeste de China), se concentraron rodeadas de un fuerte dispositivo de seguridad ante la embajada en el centro de Ankara.
Mientras un portavoz leía una declaración ante la prensa, uno de los manifestantes se prendió fuego. El hombre sufrió quemaduras en la cara y las manos, antes de que la policía interviniera para extinguir las llamas.
El hombre, de unos 30 años de edad, fue hospitalizado.
«No a los Juegos Olímpicos sin derechos humanos» y «China asesina» se podía leer en algunas de las pancartas.