Protestas alteran discurso


Un monje budista  en una marcha apoyando al premier Thaksin Shinawatra frente a la sede del Minsterio de Relaciones Exteriores en Bangkok. FOTO LA HORA: AFP PAIROJ

El nuevo primer ministro tailandés Abhisit Vejjajiva dio hoy su discurso inaugural en la sede del ministerio de Relaciones Exteriores después de que la policí­a antidisturbios no pudiese dispersar a los manifestantes concentrados ante el Parlamento.


«Mi gobierno restaurará la normalidad en el paí­s y hará a Tailandia victoriosa», dijo el nuevo dirigente de 44 años, cuyo discurso fue boicoteado por los diputados de la oposición.

Abhisit, elegido por el Parlamento hace dos semanas, ya retrasó un dí­a su discurso por las protestas de miles de «camisas rojas» leales al ex primer ministro Thaksin Shinawatra, derrocado en un golpe militar en 2006.

El primer ministro tuvo que dar el discurso en la cancillerí­a, ya que la policí­a no logró abrir paso entre los alrededor de 2.000 manifestantes para que los diputados entraran en el Parlamento.

Abhisit dijo que quiere sanar las heridas económicas, sociales y polí­ticas causadas por meses de protestas contra los anteriores gabinetes, acogotados por miles de opositores que llegaron a ocupar la sede del gobierno y los dos aeropuertos de Bangkok, bloqueando el tráfico aéreo y a miles de turistas.

«Las medidas urgentes en el primer año estarán dirigidas a a restaurar la confianza y estimular la economí­a», explicó Abhisit.

Según la Constitución, el nuevo primer ministro debe dar un discurso de polí­tica general antes de que su gobierno empiece a trabajar. Abhisit dijo que intentará atraer a los turistas, desalentados por el caos vivido en el aeropuerto internacional de Bangkok a comienzos de mes.

Los partidarios del exiliado Thaksin, que desde el lunes rodean el Parlamento, dicen que Abhisit debe dimitir y convocar elecciones.

Su argumento es que el nuevo gobierno no es legí­timo, por haber llegado al poder gracias a que la justicia disolvió este mes el partido de Thaksin por un caso de fraude electoral.

Tras el enfrentamiento entre manifestantes y policí­as ante el Parlamento, alrededor de 1.000 «camisas rojas» acudieron al ministerio de Exteriores para impedir la salida de los diputados, enfrentándose de nuevo a los agentes antidisturbios, que intentaban abrir paso, constató un fotógrafo de la AFP.

Finalmente, los manifestantes volvieron en vehí­culos al Parlamento.

«Volvemos al Parlamento para preparar una acción decisiva. Este gobierno no es legí­timo y es inconstitucional», dijo a la masa el principal organizador de las protestas, Suporn Atthawong.