Prosigue éxodo masivo en sur del paí­s por inundaciones


Las inundaciones en Pakistán aún siguen provocando desplazados. FOTO LA HORA: AFP BANARAS KHAN

El éxodo de cientos de miles de personas proseguí­a hoy en el sur de Pakistán, donde nuevos diques cedieron ante la crecida del rí­o Indo, un mes después del inicio de las inundaciones que han dejado millones de damnificados en todo el paí­s.


«Hace exactamente un mes que las primeras inundaciones empezaron a asolar el paí­s, pero hay nuevas regiones afectadas y un millón de desplazados más en la provincia de Sind (sur), según nuestros cálculos», escribió la oficina de coordinación de asuntos humanitarios de la ONU (OCHA) en un comunicado.

Desde principios de agosto, «hubo siete millones de personas desplazadas tan sólo en la provincia de Sind. Un millón de ellas lo fueron en estos dos últimos dí­as», afirmó Ghulam Ali Pasha, que dirige las operaciones de socorro en la provincia.

Cerca de la desembocadura del Indo, la ciudad de Tatta, de 300 mil habitantes, ya ha sido evacuada casi en su totalidad, constataron periodistas, después de que las aguas del rí­o abrieran una brecha de unos 20 metros en el principal dique de la zona.

«Estamos bregando para tratar de salvar a Tatta y a otras ciudades de la zona», explicó Pasha.

Las aguas empezaron a bajar en el norte y el centro del paí­s, que resultaron más afectados al empezar las inundaciones, pero las lluvias torrenciales persisten y el Indo alcanza niveles crí­ticos cerca de su desembocadura.

Desde hace una semana, pueblos y ciudades del bajo valle del rí­o, una región fértil y muy poblada, han sido progresivamente evacuados.

«En superficie, Sind es actualmente la provincia más afectada por las inundaciones», concluye la ONU.

En algunos lugares, el rí­o, cuya anchura suele ser de unos centenares de metros, ocupa hasta 10 km desde una orilla a la otra, constataron periodistas de la AFP cerca de Tatta, en una carretera que cruzaba un lago de agua barrosa, en medio de un atasco de miles de camiones, automóviles, carros de bueyes y gente andrajosa tratando de llevar a sus rebaños hacia las colinas.

Otros responsables locales dijeron que barrios de las afueras de Tatta se habí­an empezado a inundar en la mañana del sábado. «Hay dos brechas más en los diques que rodean la ciudad», indicó un alto funcionario del ayuntamiento.

«Por ahora, más de 2,3 millones de personas están sin vivienda» en la región de Tatta y «necesitamos tiendas de campaña y comida», afirmó Pasha.

Cuando haya salido de la situación de emergencia, Pakistán tendrá que encarar, en los próximos meses o años, las consecuencias de la crisis humanitaria más grave de su historia. Las inundaciones cubrieron una quinta parte del paí­s y afectaron a más de 17 millones de personas, según la ONU.

Los 1.600 muertos contabilizados hasta ahora seguramente aumentarán cuando se retiren las aguas y se descubran nuevos cadáveres, dijeron el viernes las autoridades.