El Convenio 175 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) -sobre el trabajo de tiempo parcial- gana terreno en las discusiones del sector empleador, mientras que los grupos sindicales continúan en oposición.
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Una de las principales preocupaciones del sector sindical en Guatemala, sobre las nuevas disposiciones internacionales que permiten la flexibilidad horaria en los empleos, se focaliza en las repercusiones que esta disposición podría tener en la población económicamente activa de ser aceptada por las autoridades.
«Tememos porque que las nuevas formas contractuales pasen sobre los derechos de los trabajadores, como ha sucedido desde hace ya varios años en el país», señaló Edwin Ortega, del Movimiento Popular Indígena y Campesino.
La línea de oposición de los sindicalistas hacia las disposiciones sobre el trabajo de tiempo parcial -ya aceptadas en varios países europeos- ha sido clara y contundente en los debates realizados entre los grupos sindicales, empleadores y el Gobierno.
La oposición se fundamenta, entre otros aspectos, en los efectos que podrían tener los ajustes del salario mínimo en trabajos parciales, y la desprotección en cuanto a los beneficios del pago de prestaciones y seguro social.
Espacio de diálogo
Según el vicepresidente Rafael Espada, la aprobación de las normas internacionales propuestas por la OIT requiere de un espacio de diálogo abierto, donde todos los sectores tengan un espacio de opinión.
El funcionario señaló que la discusión constructiva sobre los temas laborales ha sido omitida de la agenda durante los gobiernos pasados, lo cual ocasionó problemas en la economía nacional.
«Los gobiernos han tenido intereses de grupo, y no han protegido la productividad», expresó Espada. «Necesitamos nuevas reglas claras, constructivas y respetuosas».
Al respecto, Daniel Morales, representante de la Federación Nacional de Trabajadores del írea de Alimentos, considera que las discusiones han permitido visualizar nuevos aspectos del Convenio 175.
«El trabajo de tiempo parcial tiene aspectos positivos y negativos, pero se pueden aprovechar las cosas buenas de acuerdo con los ajustes que se realicen en el marco jurídico laboral», dijo Morales.
«Se podrían facilitar las condiciones legales para que a los trabajadores de medio tiempo se les proteja aún más que a los contratados durante tiempo completo», agregó.
Sin embargo, aclaró que el sector sindical continúa distanciado de las políticas de trabajo de tiempo parcial y de la flexibilidad laboral, contrario a las expectativas de grupos empresariales.
Marco jurídico
Actualmente, el Convenio se encuentra en discusión en la Comisión de Trabajo del Congreso de la República, donde también se ha generado una intensa discusión sobre la posibilidad de ratificarlo.
Mientras que los sectores empresariales, como la Asociación Guatemalteca de Exportadores y la Cámara de Comercio Guatemalteco-Americana, han expresado su postura a favor de la ratificación de la normativa de tiempo parcial, los sindicalistas esperan un análisis más profundo.
«No nos podemos oponer del todo a la normativa, pero no vamos a descuidar los intereses de la clase trabajadora de Guatemala, y esperamos que los diputados tampoco lo hagan», concluyó.