Una comisión de expertos recomendó en Alemania la venta sin prescripción del anticonceptivo de emergencia conocido como “píldora del día después”, comunicó hoy el Instituto Federal de Productos Farmacéuticos y Medicinales de Alemania.
Un panel de especialistas no encontró argumentos médicos en contra de la venta libre de estas pastillas y consideró que bastaba con consultar al farmacéutico, precisó el instituto.
Las conclusiones de los expertos serán presentadas al Ministerio de Salud para la decisión final. Hasta ahora, la pastilla anticonceptiva que se puede tomar después de la relación sexual para impedir un embarazo no deseado sólo puede ser adquirida con receta médica.
El medicamento se basa en la hormona levonorgestrel y puede ser tomado de forma oral hasta 72 horas después de las relaciones sexuales a fin de evitar que se anide el óvulo fecundado en el útero.
La conclusión de los expertos llega en medio de un debate en el seno de la alianza de conservadores y socialdemócratas que lidera la canciller Angela Merkel. Las Uniones Demócrata y Socialcristiana (CDU/CSU) de Merkel son contrarias a facilitar la venta de los anticonceptivos, mientras que los socialdemócratas la aprueban y aseguran que los riesgos son limitados.
«Está claro (para los miembros de la CDU) que la píldora del día después debe estar restringida a la venta con prescripción», sostuvo Jens Spahn, experto del partido en temas de salud, en declaraciones a la página electrónica del diario «Rheinische Post».
El papa Francisco condenó claramente el aborto como un acto de «horror» durante su discurso de Año Nuevo ante el cuerpo diplomático acreditado en El Vaticano. La Iglesia católica considera que el uso de la píldora del día siguiente es un aborto en toda regla.
En Alemania ya hubo una recomendación de este tipo en 2003, pero nunca se concretó por desavenencias entre el Estado federal y las regiones.
El año pasado la polémica se reavivó al negarse dos clínicas católicas de la ciudad de Colonia a prescribir a una joven mujer violada la píldora de emergencia. El gran revuelo que causó la noticia llevó a la Iglesia a rectificar su postura y aprobar la píldora para víctimas de violaciones.