El Vaticano ha entrado en una asociación inusual con una pequeña empresa biotecnológica estadounidense para promover el uso de células madre adultas en el tratamiento de enfermedades en vez de las células madre embrionarias.
La oficina de cultura del Vaticano y NeoStem Inc. anunciaron el martes la conferencia de esta semana en la Santa Sede sobre las células madre adultas que congregará a científicos, pacientes, directores de agencias biotecnológicas y cardenales.
La Iglesia católica sostiene que la vida comienza en el momento de la concepción. Como consecuencia, el Vaticano se opone a la investigación de las células madre embrionarias porque en el proceso se destruyen embriones.
La conferencia y asociación con NeoStem, con sede en Nueva York, es parte de la reciente iniciativa del Vaticano de un lustro, a un costo de un millón de dólares, para promover terapias e investigación de las células madre adultas y alejar la atención popular de la investigación embrionaria.
Los trasplantes de células madre adultas han pasado a ser una terapia salvadora para pacientes de leucemia y otras enfermedades sanguíneas, y son estudiadas en personas que padecen de esclerosis múltiple, ataques cardíacos y diabetes. Las células embrionarias, más controversiales, podrían ser utilizadas algún día para cultivar tejidos sustitutos para enfermedades como Parkinson’s o diabetes.
Muchos científicos creen que las células embrionarias son más promisorias que las adultas por ser más flexibles.
La decisión del entonces presidente estadounidense George W. Bush en 2001 de permitir financiación federal restringida para la investigación de células madre embrionarias provocó gran parte de la controversia sobre la tecnología que continúa desde entonces.
El secretario de salud de Bush, Tommy Thompson, será un panelista en la conferencia y dijo el martes que la ciencia ha avanzado más allá de la destrucción de embriones.
«Â¿Por qué destruir un embrión?», preguntó Thompson. «Estamos en la nueva ciencia de las células madre adultas que son pluripotentes», o sea, capaces de diferenciarse en otros tejidos.
Entre los oradores de la conferencia que empieza el miércoles se encuentra Sharon Porter, a quien diagnosticaron esclerodema sistémico, un trastorno crónico de los tejidos conectivos que conduce al endurecimiento de la piel y los órganos internos.
Su enfermedad no tiene cura, pero hace tres años se sometió a un tratamiento para reactivar su sistema inmunológico: le removieron células madre adultas, se destruyó su sistema inmunológico y le reinyectaron las células madre para crearle un nuevo sistema inmunológico.
«Cambió mi vida», dijo Porter a la prensa. «Me retrotrajo a donde estaba antes de que me diagnosticaran».
Dignatarios del Vaticano admitieron la naturaleza inusual de la asociación entre la Iglesia católica y una compañía con fines de lucro.
Pero el titular del departamento científico de la oficina de cultura vaticana, Rev. Tomasz Trafny, dijo que la investigación y misión de NeoStem coinciden con las preocupaciones del Vaticano de promover la investigación exclusivamente con las células madre adultas y dar a comprender sus usos al público.