Después de meses de reportes sobre espionaje de Estados Unidos en el exterior, la comisión de derechos humanos de la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó el martes por unanimidad una resolución copatrocinada por Brasil, Alemania y decenas de países para proteger el derecho a la privacidad contra la vigilancia ilegal en la era digital.
La resolución, que busca extender los derechos de privacidad personal a todos, sucede a una serie de versiones sobre espionaje estadounidense a líderes extranjeros, incluso la presidenta de Brasil Dilma Rousseff y la canciller federal alemana Angela Merkel que sorprendió e indignó a los aliados.
El embajador brasileño Antonio de Aguiar Patriota dijo que la resolución «establece por primera vez que los derechos humanos deben prevalecer independientemente del medio, y que por lo tanto necesitan ser protegidos» también en línea.
Asimismo manifiesta profunda preocupación por «el impacto negativo» que dicha vigilancia, «en particular cuando se efectúa a escala masiva, puede tener sobre el ejercicio y disfrute de los derechos humanos».
El embajador alemán Peter Wittig preguntó: «¿Está todavía protegido el derecho humano a la privacidad en nuestro mundo digital? ¿Y debería permitirse todo lo que sea tecnológicamente posible?»
La adopción por consenso de la resolución demuestra que será aprobada holgadamente por la Asamblea General en pleno en diciembre. La resolución tiene por lo menos 50 copatrocinadores en el organismo mundial de 193 miembros. Las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente obligatorias pero reflejan la opinión mundial y tienen peso político.
Estados Unidos no se opuso a la medida, aunque hizo gestiones la semana pasada ante Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que integran un grupo de espionaje compartido, para suavizar parte del texto de la resolución.
El compromiso clave eliminó la afirmación de que la interceptación nacional e internacional y la recolección de comunicaciones y datos personales, «en particular la vigilancia masiva», podían constituir una violación a los derechos humanos.
La delegada estadounidense Elizabeth Cousens dijo a la comisión que Estados Unidos saludaba el copatrocinio de Brasil y Alemania y que se complacía en apoyar «los derechos a la privacidad y el derecho a la libertad de expresión».
«Los defensores de los derechos humanos, los activistas de la sociedad civil y los ciudadanos ordinarios en todo el mundo usan la internet y los recursos en línea en modos nuevos y originales para proteger la dignidad humana, luchar contra la represión y asignar responsabilidad a los gobiernos, incluso el mío», afirmó. «Es imperativo que puedan usar estas herramientas libremente sin censura inapropiada ni temor a represalias, y proseguir su tarea vital para proteger y promover los derechos humanos en todo el mundo».