Promotores de la salud social


Consultorios. Los médicos promotores capacitan a los vecinos de una de las zonas más pobres de la Ciudad en temas de salubridad y medicina preventiva.

Las deficiencias en la calidad y cobertura del sistema de salud pública han motivado a que personas altruistas lleven los servicios de salubridad a las comunidades más pobres en las urbes.

Javier Estrada Tobar
lahora@lahora.com.gt

No es un superhéroe, pero los vecinos de la zona 7 así­ consideran al doctor Boris Rodrí­guez, por el trabajo que ha realizado desde que llegó al Centro de Salud «Bethania» en la colonia 4 de Febrero.

A diferencia de los consultorios médicos, en el Centro de Salud «Bethania» se está capacitando a los vecinos de una de las zonas más pobres de la Ciudad en temas de salubridad y medicina preventiva para que se conviertan en promotores de la salud social.

Los voluntarios que reciben capacitaciones se comprometen a atender a los vecinos de sus comunidades cuando ocurre un accidente, o bien para asesorarlos cuando padecen enfermedades de poca gravedad.

Asimismo, participan en las jornadas médicas gratuitas y cada miércoles acompañan a personeros del centro asistencial en las visitas que realizan a las escuelas públicas para dar charlas a niños y niñas de primaria sobre la importancia de practicar los hábitos para mantener la salud.

Edna Solano fue una de las primeras voluntarias que se enlistó para ser promotora de salud. En el tiempo que lleva involucrada en el proyecto ha ayudado a varias familias que desconocen sobre temas de salud e higiene.

Solano está comprometida con su comunidad y espera poder brindar ayuda a quien lo necesite; considera que las capacitaciones que recibió no solo han cambiado la vida de su comunidad sino la propia, por tanto no deja de estar agradecida con los médicos del centro de salud, especialmente con Rodrí­guez. «Gracias a ellos pudimos mejorar nuestra situación».

Visión social

«Tratamos de promover la salud a través de la enseñanza. Hemos organizado a lí­deres de las 29 comunidades en el sector para que aprendan a prestar primeros auxilios, medicina preventiva así­ como en temas de higiene y salud social», señala el doctor Rodrí­guez.

«Ellos son los promotores de la salud y llevan nuestros conocimientos a donde nosotros no podemos», puntualiza.

Desde el inicio de las capacitaciones, Elvia Barrera aplica sus conocimientos en el hogar, en la venta de alimentos para la que trabaja y ayuda a sus vecinas para que atiendan a sus hijos cuando están enfermos.

Por otra parte, Martí­n Lorenzo, quien participó en su primera capacitación hace tres semanas, considera que lo que ha aprendido hasta el momento le ha sido de suma utilidad. «Estamos aprendiendo muchas cosas que no sabí­amos que eran importantes.

Ludwin Ovalle, viceministro de Hospitales, sostiene que la salud pública aún se encuentra centralizada y con cobertura limitada en varias zonas del paí­s, sobre todo en las áreas rurales.

Por tanto, reconoce la labor que realizan los promotores de salud en sus comunidades. «Son agentes de cambio importantes para la sociedad, gracias a ese grupo solidario de personas con visión social las comunidades están avanzando en varios aspectos».

Una de las más grandes metas trazadas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, según Ovalle, es facilitar la asistencia médica estatal a toda la población con el programa de expansión que se tiene planificado dentro de la cartera, no obstante reconoce que la misión no es fácil.

«Nuestra misión es clara, vamos a llevar la salud a toda la población priorizando en las poblaciones más pobres. Tenemos un plan de largo plazo en el cual basamos nuestras estrategias».

Ovalle es partidario del trabajo en grupo y por ello considera necesario reforzar los programas de promoción de la salud que se realizan en el departamento de Guatemala y llevarlos a otros departamentos.

También tiene planificado un programa de profesionalización de personal, que podrí­a iniciar próximamente en el municipio de San Francisco El Alto en Totonicapán.

El objetivo es capacitar a 90 anestesistas, 200 enfermeras y 50 laboratoristas técnicos de la región para que trabajen en los centros de salud donde hay déficit de personal. Posteriormente el programa podrí­a reproducirse en otros departamentos del paí­s.

Irresponsabilidad estatal

Jorge Dí­az, del Movimiento Ciudadano por la Salud, opina que el trabajo realizado por los promotores de la salud social es loable, no obstante el Estado debe cumplir con la obligación que le corresponde.

«No es aceptable que los ciudadanos paguen impuestos al Gobierno y también se procuren la salud que deberí­a ser estatal» señala.

Sin embargo, considera que los proyectos de desarrollo comunitario deben existir para paliar la crisis hospitalaria en el corto plazo, mientras que el Ministerio de Salud ya debe trabajar en el programa de largo plazo para que todos los guatemaltecos tengan a acceso a la salud en el futuro.

A pesar de estar contra la «irresponsabilidad estatal», Dí­az se suma al grupo de admiradores de los promotores de la salud social, que están dispuestos a atender el llamado de sus vecinos cuando los necesiten, «un trabajo digno de imitar» como dicen los doctores.