Prometen fortalecer economí­a



El presidente electo de Corea del Sur, Lee Myung-Bak, prometió hoy que aplicará una polí­tica destinada a revitalizar la economí­a y a persuadir a Corea del Norte de desnuclearizarse y respetar los derechos humanos.

«El pueblo prefirió el pragmatismo a la ideologí­a», afirmó en su primera conferencia de prensa desde su abrumadora victoria del miércoles, que puso fin a una década de gobiernos de izquierda.

Lee, desde la oposición conservadora del Gran Partido Nacional (GPN), será el primer presidente surcoreano procedente del mundo empresarial.

El ex presidente ejecutivo de Hyundai logró el mayor margen de victoria en la historia democrática de este paí­s gracias a los votantes, que lo respaldaron para dar un nuevo impulso a la economí­a e hicieron caso omiso de las acusaciones de fraude.

Los surcoreanos tienen que hacer frente a un elevado porcentaje de desempleo juvenil, una diferencia abismal entre los ingresos y la disparada de los precios de la vivienda.

«Aumentaré la confianza del público en el gobierno gracias a la eficiencia y la reforma», dijo Lee, quien prometió una atmósfera favorable a los negocios para alentar las inversiones.

Lee evitó mencionar un problema que amenaza a la transición, la investigación ordenada por el Parlamento sobre su presunta relación con un fraude en materia de acciones en 2001.

Pero en comentarios realizados poco después, dijo que confiaba en que serí­a declarado inocente.

Lee, de 66 años, dijo en conferencia de prensa que se habí­a sentido desalentado por el ambiente «contra el mercado y contra los negocios» que ha imperado durante el gobierno saliente del presidente Roo Moo-Hyun.

«Cuando yo preste juramento, el ambiente para las inversiones empresariales cambiará radicalmente», sostuvo, agregando que pronto se reunirá con los principales hombres de negocios e inversores extranjeros.

El presidente electo, que asumirá la jefatura del Estado el 25 de febrero, prometió tratar en forma pragmática y no partidaria con Corea del Norte. También pidió a este empobrecido paí­s comunista que ponga fin a sus programas de armamento nuclear a cambio de una ayuda económica surcoreana.

«No cabe duda de que yo iniciaré una era pací­fica y desnuclearizada en la Pení­nsula Coreana», prometió Lee. «Corea del Norte puede avanzar por la ví­a del desarrollo renunciando a sus instalaciones nucleares», añadió.

«No podemos evitar la cuestión de los derechos humanos», agregó, acusando a los gobiernos liberales de la última década de relegar ese tema por miedo a perjudicar las relaciones con el paí­s vecino.

El partido de Lee pidió a Roh que vete el proyecto de ley que ordena una investigación sobre un presunto fraude del presidente electo por parte de un fiscal independiente.

Al ser interrogado al respecto, un portavoz presidencial indicó que no hubo «nuevas discusiones» sobre esta cuestión. Anteriormente, Roh habí­a dicho que firmarí­a esa ley.

A principios de este mes, los fiscales del Estado declararon inocente a Lee de estar relacionado en un fraude en 2001 que involucraba a su ex socio.

Pero aparentemente un ví­deo con nuevas pruebas surgió el domingo sobre la relación de Lee en el pasado con una empresa vinculada a ese escándalo, que condujo a sus rivales en el parlamento a votar pidiendo una nueva investigación.

Lee también se reunió con los embajadores de Estados Unidos y Japón, a los cuales prometió trabajar para fortalecer las relaciones bilaterales.