La Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que en América Latina trabajan aproximadamente 127 millones de personas en el ámbito informal; los gobiernos no toman medidas ahora, pasarán otros 50 años para poder reducir la informalidad a la mitad.
La mayoría de población trabajando en la informalidad pertenece a los grupos de población más vulnerables como las mujeres y la juventud, aseguró recientemente la OIT en el marco del lanzamiento de una nueva estrategia regional para apoyar a los países en la aplicación de medidas de formalización de las empresas y los empleos.
Las tendencias de crecimiento económico en América Latina y de reducción del desempleo, contrastan con la preocupante situación de informalidad en la que se desempeña una gran parte de la ciudadanía económicamente activa, añade la información de ese organismo.
La informalidad afecta a casi el 50 por ciento de las y los trabajadores ocupados urbanos, una tendencia que obstaculiza el avance del desarrollo y las luchas para reducir la pobreza y las desigualdades en el continente, dijo Elizabeth Tinoco, Directora Regional de la OIT.
El Programa Forlac para Formalizar la Informalidad plantea un desafío político a los Estados, pues al obstaculizar el progreso de las sociedades se generan situaciones de frustración y de desaliento que afectarán la confianza en las instituciones y la gobernabilidad democrática, añadió Tinoco.
La funcionaria internacional indicó que en la informalidad abundan el emprendimiento, la iniciativa, el ingenio, el sacrificio y el esfuerzo, pero al mismo tiempo es sinónimo de bajos salarios, sin protección social ni derechos, sin estabilidad y con escasas perspectivas de futuro.
La mayoría de las personas no se incorporan a la informalidad por elección, sino por la necesidad de sobrevivir y de hacer algo que les permita llevar un ingreso mínimo a sus casas, señaló la Directora Regional de la OIT.
La OIT propuso la formalización de las empresas, aumentar la cobertura de la seguridad social, estimular la formalización de los trabajadores por cuenta propia, mejorar los mecanismos de control y articular la formación con la oferta de empleo, para combatir la informalidad en el trabajo.
La informalidad en América Latina y en el Caribe afecta al 83 por ciento de los trabajadores por cuenta propia, al 78 por ciento de los trabajadores domésticos, al 59 por ciento de los microempresarios y al 71 por ciento de los trabajadores en la construcción.