Prohí­be regalar juguetes en menús infantiles de 600 calorí­as


La ciudad de San Francisco prohibirá regalar juguetes junto a los menús infantiles de más de 600 calorí­as al considerar que estimulan la obesidad, una medida que de ser ratificada convertirí­a a esta ciudad californiana en la primera de Estados Unidos en aprobar una ley similar.


La ordenanza fue aprobada de forma preliminar el martes por 8 votos a favor y 3 en contra por el Consejo de Supervisores de San Francisco (norte de California, oeste de Estados Unidos).

La medida, que serí­a ratificada la próxima semana, contempla la prohibición de regalar juguetes en productos como «Cajita Feliz» y otras ofertas de menús infantiles que contengan productos altos en sodio, grasas saturadas y altas proporciones de azúcares.

Según la ordenanza los juguetes, que marcan el gran incentivo para comprar estos productos, podrí­an volver a obsequiarse si el menú contiene menos de 600 calorí­as, menos de 640 miligramos de sodio y si menos del 35% de las calorí­as proviene de grasa (menos de 10% de grasas saturadas), a excepción de aquella contenida en nueces, semillas, huevos o quesos magros.

Además, la ordenanza invita a incorporar frutas y verduras en la oferta.

La multinacional de la comida rápida McDonald»s, empresa pionera en la práctica de los menús infantiles conocidos en Estados Unidos como «Happy Meal», fue la primera en expresar su «decepción» con esta decisión.

«Estamos muy decepcionados con esta decisión. No es lo que nuestros clientes quieren, ni es algo que pidieron», dijo Danya Proud, portavoz de McDonald en Estados Unidos, en un comunicado entregado a la AFP.

«Una abrumadora mayorí­a de la opinión pública sigue estando en contra de esta legislación equivocada. Los padres nos dicen que es su derecho y su responsabilidad -no del gobierno- tomar sus propias decisiones y elegir lo que es correcto para sus hijos», agregó Proud expresando orgullo por su lí­nea de menús infantiles, «que dan a los más pequeños alimentos sanos y juguetes de la más alta calidad».

De ser ratificada la legislación, entrarí­a en vigencia en diciembre de 2011.

«Esta es una tremenda victoria para la salud de los niños», dijo el miembro del Consejo de Supervisores Eric Mar, impulsor de la medida.

Según un reporte divulgado en septiembre del Brookings Institution, un centro de reflexión de Washington, la obesidad cuesta cada año a la economí­a estadounidense al menos 215.000 millones de dólares, por costos directos como los gastos médicos, o indirectos como la pérdida de productividad. En el caso de los niños obesos el sobrecosto se eleva a 14.300 millones de dólares.