Los programas de crédito para pequeños productores del agro tienen por consecuencia incrementos en el endeudamiento familiar y mínimos beneficios en la productividad, según la organización Plataforma Agraria.
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Omar Gerónimo, de la Central Campesina Chortí, refiere que los créditos adquiridos por campesinos de Chiquimula han tenido efectos de impactos considerables en la economía de la región.
El líder campesino refiere que los agricultores no pueden utilizar el capital de los créditos para la inversión en programas de desarrollo productivo, como se tiene planificado, ya que las necesidades alimentarias son la prioridad de su gasto.
«Los campesinos usan el dinero de los préstamos para comprar la comida y otras cosas necesarias, después se quedan endeudados con el banco y tienen que pagar altos intereses que les impiden desarrollar los proyectos de desarrollo», refiere.
Según Gerónimo, es necesario que en las comunidades reciban fondos no reembolsables por el Gobierno, ya que las deudas generadas por los préstamos están agravando aún más las condiciones de vida de las poblaciones.
La Central Campesina Chortí, que pertenece a la organización Plataforma Agraria, se encuentra preocupada por grupos de campesinos que han adquirido hasta tres préstamos con diferentes intermediarias financieras, lo cual compromete sus ingresos mensuales.
Finalmente, Gerónimo considera que el acompañamiento de técnicos especializados en materia de productividad agraria es necesaria para que los campesinos inviertan bien el capital. «Necesitamos dinero pero también que alguien nos diga cómo hacerlo».