Las organizaciones que conforman la Mesa de Reducción de Desastres en Guatemala realizaron un conversatorio para determinar si en el país existe seguridad alimentaria o inseguridad alimentaria, la cual se enfocó en los departamentos de Chiquimula, Escuintla, Huehuetenango, Santa Rosa y Retalhuleu. Demostrando que hay una crisis alimentaria, que las poblaciones afectadas están tratando de subsistir con cinco quetzales al día para vivir, afectando más a familias indígenas, donde los programas de gobierno son simplemente asistencialistas.
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A pesar de existir iniciativas de asistencia, estas han sido más paliativas, no teniendo el enfoque estructural, por lo que sería una crisis permanente, cíclica, crónica, que lo único que manifiesta es una debilidad de un Estado que no se ha preocupado por la población marginada.
Carlos Arriola, representante del Dispensario Bethania de Chiquimula, dijo que «la crisis siempre ha estado y es mentira que la población vive con un dólar al día; la realidad es que está viviendo con cinco quetzales al día, lo que incrementa en un 25 por ciento la desnutrición crónica en los departamentos que fueron investigados. El Estado sólo da programas a beneficio de su campaña del otro año y no para paliar de una vez la crisis».
Además, Arriola aseguró que «los programas de Mi Familia Progresa son simplemente asistencialistas que no han tenido el enfoque correcto, a pesar que nosotros hemos intentado discutir con las autoridades de estos programas para que se pueda cambiar el enfoque, pero sabemos que es un enfoque clientelista en algún momento dado y que eso nos va a ocasionar más miseria».
í‰dgar Rosales, vocero de Mi Familia Progresa, manifestó su rechazo ante lo dicho por las organizaciones sociales, «lo que pasa es que a este tema le han dado un mal uso; porque los programas están atendiendo directamente lo que es salud y educación; el dinero que se está invirtiendo sí está llegando a todos», puntualizó Rosales.
Guatemala es el país con más alta prevalencia de desnutrición en América Latina y el Caribe.
49 por ciento de niños menores de 5 años sufre de desnutrición crónica -talla y edad-.
En niños indígenas, el índice asciende a 69.5 por ciento, y el resto de menores es de 35.7 por ciento.
24 por ciento de la población está desnutrida.
13 de cada cien bebés nacen con bajo peso.
Los daños en el desarrollo cerebral que sufren los niños desnutridos son irreparables.
57 por ciento de la población vive con menos de un dólar al día.
A pesar de las pérdidas estimadas en aproximadamente un millón y medio de quintales de maíz tras las tormentas que han azotado e inundado el territorio nacional, la seguridad alimentaria no está en riesgo, y, será al finalizar 2010 cuando se podrá determinar si en 2011 haría falta importar contingentes del grano, dio a conocer í‰rick Coyoy.