La Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala (ODHAG) manifestó su indignación por el clima de violencia que afecta a todos los guatemaltecos y guatemaltecas, el que considera expresión de problemáticas históricas no resueltas, que degeneran en violencia directa hacia niños, niñas y adolescentes, que en muchos casos les llega a causar muertes violentas.
Un comunicado de la entidad recuerda que la ODHAG ha monitoreado y dado seguimiento a la situación de la niñez y adolescencia en Guatemala y promueve la participación de los niños, niñas y adolescentes para el conocimiento y ejercicio de sus derechos humanos.
La ODHAG se pronunció en el marco del 13 de marzo, Día de la No Violencia contra la Niñez, aprobado el 4 de mayo de 2005 por el Organismo Legislativo y destacó que de acuerdo al monitoreo que realiza, en el 2013 murieron 5 mil 252 personas víctimas de homicidios, un 2 por ciento más que en 2012, incrementando la tasa de 34 a 35 homicidios por cada 100 mil habitantes, una de las más altas de América Latina.
Nos preocupa que de esa cantidad de homicidios, 387 hayan sido cometidos contra niños y niñas, y que de éstos, 3 mil 652 fueron realizados con arma de fuego, indica la información.
Asimismo, la ODHAG considera intolerable cualquier muerte de forma violenta y comparte la indignación cuando ante esta situación no se realizan suficientes esfuerzos por prevenirla desde sus causas estructurales, aquellas que tienen que ver con la desproporción en la distribución de la riqueza, con la explotación, con la exclusión expresada en el desempleo y no acceso a los servicios básicos, el racismo y cualquier tipo de discriminación.
Todos estos problemas no resueltos interactúan en un árbol de violencias cuya máxima expresión es la muerte violenta; una sociedad en la que reina la desigualdad y la exclusión es una sociedad violenta, porque no tiene paz social ni justicia económica y dentro de todo ese marco de injusticias, los niños, niñas y adolescentes son los más afectados, indicó.
Finalmente, la ODHAG, al igual que la sociedad guatemalteca, reclama justicia y exige al Estado que cumpla con su deber de garantizar la vida de los habitantes de la República, especialmente de los más indefensos.
Cada 13 de marzo se conmemora como el “Día Nacional de la No Violencia contra la Niñez”, en memoria de Nahamán Carmona López, un niño que vivía en la calle y que murió debido a los golpes que sufrió a manos de policías; tenía 13 años.
En la noche del 4 de marzo de 1990 Nahamán y otros niños de la calle inhalaban pegamento en la 6a avenida y 12 calle zona 1 de la ciudad de Guatemala; cuatro policías nacionales uniformados salieron del cuartel de la Policía y detuvieron a varios, entre ellos Nahamán.
Para “darles una lección», los policías les quitaron las bolsas con pegamento y derramaron el tóxico sobre sus cabezas; Nahamán se resistió, por lo que un agente lo arrojó al suelo y lo pateó sin parar durante varios minutos; murió diez días más tarde, con seis costillas rotas, contusiones en el 60 por ciento de su cuerpo y el hígado destrozado.