Un grupo de combatientes radicales complicó hoy la retirada de los últimos rebeldes de la asediada ciudad vieja de Homs, informaron medios sirios.
Los últimos autobuses con alrededor de 350 combatientes habían abandonado la ciudad vieja el jueves por la noche. Sin embargo, fueron retenidos en el límite norte de la ciudad por tropas del gobierno del presidente sirio, Bashar al Assad.
Motivo de ello fue que, según medios cercanos al gobierno y a la oposición, hombres armados habían impedido la entrega de ayuda para los habitantes de dos pueblos chiitas en la provincia de Alepo. La entrega de alimentos a los habitantes en pueblos cercados por los rebeldes era parte del acuerdo para la retirada.
No fue hasta el viernes por la tarde, con la llegada de los bienes a estos dos pueblos, cuando los rebeldes pudieron continuar viaje hacia los territorios del norte, que son controlados por opositores al régimen.
La agencia de noticias oficial Sana informó finalmente, citando al gobernador de Homs, Takak al Barasi, que una tropa de avanzada del gobierno había llegado a la ciudad vieja para desactivar posibles explosivos. Quien quiere ingresar a la ciudad vieja debe presentarse primero ante la policía. El gobierno y la oposición siria alcanzaron un acuerdo el 2 de mayo para un alto el fuego en la ciudad, un feudo rebelde que llevaba meses sitiado por las tropas del gobierno. El acuerdo contemplaba la salida segura de más de 1.000 combatientes y civiles del destruido barrio, así como la liberación de unos 70 soldados del Ejército sirio y civiles secuestrados de la minoría alauita, a la que pertenece Al Assad.
Según informes no confirmados, los combatientes que frenaron las ayudas para los pueblos chiitas de Nebl y Al Sahra durante varias horas eran miembros del Frente Al Nusra. El grupo tiene contactos con la red terrorista Al Qaeda.
Homs, después de Damasco y Alepo, es la tercera ciudad más grande de Siria y para los revolucionarios fue un símbolo de la resistencia durante el primer año del levantamiento contra el régimen.
Trabajadores de Naciones Unidas han estado acompañando a los combatientes de Homs durante la salida de la ciudad, que ahora pasa a estar bajo el control de las tropas del gobierno y sus milicias.
La retirada de la ciudad había comenzado el miércoles con la puesta en libertad de rehenes por parte de los rebeldes.
Los analistas consideran que el acuerdo es visto como una victoria para Al Assad de cara a las elecciones presidenciales del 3 de junio, en las que el presidente busca un tercer mandato.
En tanto, una sesión especial pedida por Arabia Saudí de los ministros del Exterior de los países de la Liga Árabe para el próximo lunes en Riad fue pospuesta por tiempo indefinido, informó un funcionario en la sede de la Liga de El Cairo.