La 60ª Feria del Libro de Francfort, principal cita mundial de la industria editorial, abre sus puertas mañana con la crisis financiera internacional como telón de fondo, que el sector espera superar con el libro electrónico.
Sin embargo, este importante acontecimiento comienza con una constatación pesimista. De acuerdo con una encuesta realizada entre unos 90 representantes de la industria editorial en Alemania, la facturación cayó 3,1% en los nueve primeros meses del año.
Sin embargo, la mitad de las personas interrogadas se niega a creer que la situación empeorará. Según ellas, «el mercado del libro obedece a su propia coyuntura», de acuerdo con la revista especializada Buchreport.
La «Buchmesse», cuyo invitado de honor este año es Turquía, podría verse afectada por la crisis financiera internacional. Se espera la llegada de unos 7.000 expositores de 101 países, una cifra similar a la del año pasado.
Entre los 1.000 autores anunciados figuran los Premios Nobel de Literatura Orhan Pamuk por Turquía y Guenter Grass por Alemania.
El brasileño Paulo Coehlo, que festejará los 100 millones de ejemplares de sus libros vendidos en el mundo, también asistirá a este acontecimiento. Recibirá un Guinness de los récords por la novela más traducida en el mundo, «El Alquimista», publicada en 67 idiomas.
La invitación a Turquía tiene un significado particular en un país donde viven 2,4 millones de personas de nacionalidad turca, u originarias del país. A eso se agrega que Turquía aspira a adherir a la Unión Europea.
Unos 300 autores turcos están anunciados en Francfort. El presidente turco Abdulá Gul y Orhan Pamuk, un escritor polémico en su propio país, están invitados a la inauguración, el martes al anochecer.
El autor de «Nieve» o «Me llamo rojo», traducidas en unos 40 países, fue muy criticado en Turquía y demandado ante la justicia por sus afirmaciones sobre la masacre de los armenios por los turcos otomanos, durante la Primera Guerra Mundial.
China también envía una delegación importante este año, con representantes de 108 editoriales, antes de ser el país invitado de honor el año próximo.
Este año, los libros «clásicos» sólo representarán 42% de los títulos exhibidos durante el salón. El resto se repartirá entre grabaciones de audio y video, historietas y programas informáticos educativos.