Privatizaciones


…como se afirma en el libro Fabricantes de Miseria, de varios autores latinoamericanos, «los empresarios suelen revolotear alrededor del Estado como las moscas alrededor de la miel»

Luis Arevalo
usacconsultapopular@gmail.com

Es considerable y dominante en Guatemala el número de personas que cree que un Estado no debe intervenir en la economí­a del paí­s, que argumentan que éste no es capaz de ser competitivo en la esfera económica. Pero está más que comprobado que la intervención estatal es necesaria e indispensable en la economí­a, más aun en tiempos como el presente.

En este aspecto, entonces, las privatizaciones han jugado un rol muy importante.

La privatización de empresas estatales tiene varios objetivos, entre estos: agenciarse de fondos para el financiamiento del funcionamiento del Estado; deshacerse de una empresa a la que es oneroso mantener; y, crear condiciones para la libre competencia.

Concentrándonos en ésta última, que es parte de las teorí­as a las que muchas personas llaman «neoliberales», la privatización de empresas otrora estatales se realiza con motivo de crear las condiciones de libre competencia y de esta manera poder llevar a los consumidores los beneficios de que varias empresas produzcan un mismo bien o servicio, pero con distintas calidades y precios al que aquellos puedan acceder, según su preferencia y restricción presupuestaria.

Lo lamentable del asunto es que como se afirma en el libro Fabricantes de Miseria, de varios autores latinoamericanos, «los empresarios suelen revolotear alrededor del Estado como las moscas alrededor de la miel» y éstos juegan, junto con el gobierno, un papel en el que ya no puede entrar nadie más a exigir que las cosas se realicen en beneficio de la población.

Es necesario aclarar que las privatizaciones no incluyen, en ninguna medida, los servicios públicos, por ser eso mismo: públicos. Por ejemplo: el agua, la educación, la salud.

El problema que se ha dado en nuestro paí­s y que se ha constituido en determinante para la no aplicación correcta de la privatización para crear competencia y, para que miles de personas se opongan a una: es que los empresarios organizados, así­ como lo ha hecho el Ejército, y lo más probable es que lo hayan hecho juntos, se han convertido en un especie de apéndice del Estado, haciendo de éste su servidor y dejando al bien común quien sabe dónde.

El ejemplo más reciente de este compadrazgo y servilismo lo tenemos con la Empresa Eléctrica de Guatemala, que se suponí­a invertirí­a una buena cantidad para el mejoramiento del servicio. Y el otro, con Telgua, que aunque existan varias empresas en el paí­s prestando el servicio telefónico, no implica que haya competencia.

Es necesaria una evaluación de lo que se ha hecho y lo que se necesita hacer, para que el beneficio llegue directamente a la población.