Privacidad: Nuevas guías para aplicaciones móviles


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Grupos de la industria y defensores de la privacidad se acercaban la semana pasada a un acuerdo sobre las directrices voluntarias para aplicaciones móviles, que deberían facilitar que los consumidores sepan qué información personal absorbe su teléfono inteligente o tableta, y cual transmite a publicistas y comerciantes.

Por ANNE FLAHERTY
WASHINGTON / Agencia AP

El plan probablemente se traducirá en un vistazo breve y fácil de leer de las políticas de privacidad de una aplicación, de forma similar a las etiquetas de nutrición en los empaques de alimentos. Ese vistazo podría dar a los consumidores el balance de la información que recopila el software, como la ubicación física, los hábitos de navegación y los contactos personales, y cómo esos datos pueden ser utilizados o compartidos con otras empresas.

Las nuevas etiquetas no sustituirán a los textos extensos sobre políticas de privacidad que los consumidores rara vez leen. Aunque las principales asociaciones comerciales estaban en camino de aprobar el plan, depende de cada empresa y desarrollador decidir si quiere cumplir. Podría tomar varios meses para que las empresas prueben e implementen las etiquetas.

Sin embargo, el consenso era considerado un gran paso adelante para los defensores de los derechos de privacidad que sostienen que los consumidores han estado en la oscuridad cuando se trata de la extensa recolección de sus datos personales.

«Por primera vez, muchos consumidores podrán comparar manzanas con manzanas» en cuanto a políticas de privacidad de diferentes aplicaciones móviles, dijo Jules Polonetsky, director del Foro del Futuro de la Privacidad, un grupo de expertos en privacidad en Internet con sede en Washington.

Las aplicaciones móviles como Google Maps, Angry Birds y GasBuddy se han convertido en maneras económicas y populares de personalizar los teléfonos inteligentes o las tabletas y mejorar su funcionalidad. Con frecuencia descargarlas es gratis o cuesta un par de dólares, y las aplicaciones pueden convertir un teléfono en una sofisticada oficina itinerante o una consola de videojuegos.

Pero al igual que ocurre con todos esos sitios web que ofrecen consejos médicos o consejos para padres, hay un problema: Ellos quieren información como la fecha de nacimiento o el código postal, y con frecuencia la ubicación del usuario. Los desarrolladores dicen que la recolección de datos es necesaria en muchos casos para que el software funcione como se había prometido, y los datos personales también se pueden vender a publicistas y comerciantes, lo que convierte la aplicación en una lucrativa recompensa para sus creadores.

Esta agresiva recolección de datos ha enfrentado al sector con los defensores de los derechos del consumidor.