Prisión para Abadí­o


Era la tarde del viernes 20 de abril, cuando uno de los funcionarios del gobierno de Alfonso Portillo esperaba el veredicto final del Tribunal Quinto de Sentencia. Unas manos temblorosas y una mirada fija en la nada era el cuadro más recurrente.


Marco Tulio Abadí­o, ex director de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), junto a sus hijos: Junior y Byron René escucharon casi inmóviles las sentencias dictadas por los jueces: 30 años de cárcel para Abadí­o padre por lavado, concusión y fraude, 15 para Junior; y 6 para Byron René por los delitos de malversación de fondos.

El Ministerio Público planteó una acusación en contra del ex superintendente ya que de octubre de 2002 a enero de 2004, empresas de familiares y amigos vinculados a él, serí­an beneficiadas a través de contratos de adquisición de suministros en la entidad que dirigí­a.

A éste se le impuso además la multa de Q24.158 millones correspondiente a la cantidad defraudada por Abadí­o, quien fue también absuelto por delito de peculado.