El príncipe Carlos, heredero de la corona británica, llegó ayer a Brasil con la advertencia de que se acaba el tiempo para elaborar un plan coordinado contra el cambio climático y poco después se refirió al tema con el presidente Luiz Inácio Lula Da Silva.
Carlos mantuvo una reunión con Lula en el Palacio de Planalto, durante el que dialogaron sobre diversas cuestiones ambientales.
Bajo un fuerte calor, el heredero de la corona británica llegó a la sede del gobierno acompañado de su esposa Camilla, duquesa de Cornwall, luego de una rápida visita al Congreso, donde fue recibido por el presidente del Senado, José Sarney, con quien conversó sobre legislación ambiental.
Además, el príncipe y la duquesa habían participado de una recepción en la sede de la representación diplomática británica en Brasilia, donde Camilla llegó protegida por una sombrilla ante el sol demoledor de la capital brasileña.
En el palacio de gobierno, además de Lula estuvieron presentes en la reunión los ministros brasileños de Relaciones Exteriores, Celso Amorim, y de Medio Ambiente, Carlos Minc, así como el asesor presidencial para asuntos internacionales Marco Aurelio García.
Lula y el príncipe Carlos dialogaron durante aproximadamente 50 minutos, y de acuerdo con portavoces de la presidencia la conversación se concentró en temas relacionados a la defensa del medio ambiente.
El principal discurso del heredero británico está previsto el jueves en Río de Janeiro, segunda etapa de su gira de cuatro días por Brasil.
Allí, y de acuerdo a la prensa británica, Carlos anunciará que restan «100 meses» para elaborar un plan internacional que salve al planeta de un daño irreversible
Luego partirá hacia la Amazonia, donde espera ver de primera mano el impacto del hombre sobre la naturaleza.
La primera jornada de la visita de Carlos a Brasilia no estuvo libre de problemas curiosos.
Inicialmente, la agenda del presidente Lula para este miércoles mencionaba la recepción al príncipe «Charles Philip Arthur Chaves», error que fue corregido en la versión de la misma agenda distribuida en la mañana.
«Chaves» es el nombre dado en Brasil al personaje humorístico mexicano «El Chavo».
Más tarde, integrantes de un programa humorístico de TV burlaron el aparato de seguridad y se aproximaron del príncipe para preguntarle si estaba dispuesto a comprar un palacio de propiedad de un diputado acusado de corrupción. Carlos se limitó a sonreír y continuar su marcha.
Carlos y Camilla cierran su jornada en la capital brasileña con una cena en la sede de la Cancillería, el Palacio de Itamaraty, con la presencia de Lula y varios ministros brasileños.
La gira de 10 días que el príncipe realiza por la región finalizará la próxima semana en las islas Galápagos, la reserva natural ecuatoriana que inspiró a Charles Darwin su teoría sobre la evolución de las especies.