Primeras elecciones pluripartidistas


El ex presidente de EE.UU., Jimmy Carter, fue recibido con ovaciones a su llegada a las oficinas de la comisión electoral de Sudán. FOTO AFP / ASHRAF Shazly

Sudán vota entre el domingo y el martes en sus primeras elecciones generales pluripartidistas en más de 20 años y su controvertido presidente, Omar al Bashir, prometió que serán «ejemplares», en respuesta a las acusaciones de fraude y al boicot de una parte de la oposición.


Al Bashir, de 66 años, que dirige el mayor paí­s de ífrica desde que el 30 de junio de 1989 dio un golpe de Estado militar con el respaldo de los islamistas, pasará con estos comicios -presidenciales, legislativos y regionales- su primer test electoral tras más de dos décadas de poder absoluto.

En 1996 y 2000 ya habí­a ganado dos elecciones presidenciales sin oposición, considerados como una farsa tanto por la comunidad internacional como por los sudaneses.

El mandatario, sobre quien pesa desde hace más de un año una orden de captura de la Corte Penal Internacional (CPI) por crí­menes de guerra y crí­menes contra la Humanidad en Darfur (oeste), pretende responder a ese tribunal con un fuerte apoyo popular.

«Estas elecciones son un gran espectáculo de Al Bashir contra la CPI», declaró Yaser Arman que, como representante de los ex rebeldes sudistas del Movimiento Popular de Liberación de Sudán (SPLM), era el principal rival del presidente sudanés hasta que retiró su candidatura.

La oposición y los ex rebeldes, que tras la firma de un acuerdo de paz en 2005 forman parte del gobierno de coalición, acusan al Partido del Congreso Nacional, del presidente Bashir, de preparar un fraude electoral.

«Las elecciones serán equitativas y libres, limpias y ejemplares», proclamó el jueves el presidente, que cuenta con estos comicios para recuperar su legitimidad. «Las elecciones son una obligación religiosa», agregó durante un mitin en la represa de Meroe, a orillas del Nilo.

Estas declaraciones tuvieron lugar tras dos jornadas durante las cuales los partidos de la oposición y el SPLM confirmaron y extendieron su boicot, quitando credibilidad a la votación.

«La retirada de Yaser Arman da la victoria a Omar al Bashir», confirma un analista sudanés, Haydar Ibrahim.

Si gana la presidencial por amplia mayorí­a, Bashir podrí­a verse privado del reconocimiento de los comicios por la comunidad internacional.

Al Bashir organizó sólidamente su campaña, basándola en el desarrollo económico y el enfrentamiento con Occidente. Recorrió todo el paí­s, yendo incluso a Darfur, región sacudida por la guerra civil.

La oposición se ha sumido en peleas internas. El partido Umma (nacionalista) también decidió el miércoles boicotear el conjunto de las elecciones.

«La gran debilidad de la oposición sudanesa es su incapacidad para ponerse de acuerdo sobre un nombre con el que enfrentarse a Bashir», resume Roland Marchal, especialista de Sudán. «Si tuviesen un nombre, cualquiera, diciendo «éste es el candidato de la oposición para echar a Bashir», serí­a Bashir quien estarí­a en un aprietos», agrega.

Además de elegir presidente, los sudaneses votarán de domingo a martes para designar a los diputados de la Asamblea Nacional, a los gobernadores de los Estados y a los parlamentarios de las asambleas regionales. En la región semiautónoma del Sudán Sur eligirán también al presidente del gobierno local.

Las legislativas podrí­an reservar sorpresas, dada la complejidad del mapa polí­tico de Sudán, formado por lealtades familiares, tribales y religiosas que varí­an de una región a otra.