Primera Dama de EE. UU. enfrenta a republicanos en lucha por nutrición


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Las primeras damas suelen evitar involucrarse en debates públicos, pero Michelle Obama se ha lanzado quizás a su batalla más intensa.

Por DARLENE SUPERVILLE
WASHINGTON / Agencia AP

La primera dama estadounidense se opone tenazmente a un esfuerzo de los republicanos en la Cámara de Representantes por debilitar una parte central de su campaña contra la obesidad infantil y dice que está dispuesta «a luchar hasta el final».

La señora Obama incluso se mofó de la gestión republicana en una columna de opinión y presentó su caso a sus seguidores en Twitter.

«¿Recuerdan hace unos pocos años cuando el Congreso declaró que la salsa en una porción de pizza debería contar como vegetal en los almuerzos escolares?», escribió en el New York Times. «No hace falta ser nutricionista para saber que esto no tiene mucho sentido, pero vemos que ocurre lo mismo con estos nuevos esfuerzos por rebajar las normas nutricionales en nuestras escuelas».

La primera dama promovió discretamente hace cuatro años la Ley de 2010 para una alimentación infantil saludable que requiere más frutas, vegetales y granos integrales en los alimentos escolares, además de menos sodio, azúcar y grasa. Fue un logro importante, la primera actualización de las reglas sobre almuerzos escolares en décadas.

La School Nutrition Association (Asociación de Nutrición Escolar), un grupo respaldado por la industria que representa a los trabajadores de las cafeterías escolares y que originalmente apoyaba las normas, ahora se ha vuelto en contra. La asociación dice que apoya que los niños se alimenten más saludablemente pero agrega que muchos distritos pierden dinero porque los estudiantes no están comprando los almuerzos más saludables.

Superan el millón los estudiantes que dejaron de almorzar en la escuela diariamente desde que se aplicaron las normas en 2012, después de décadas de paulatinos aumentos, dijo Diane Pratt Heavner, una vocera de la asociación. Una segunda serie de normas, incluso para los desayunos escolares, entró en vigencia el 1 de julio.

«¿Cómo pueden calificarse estas normas de éxito cuando están alejando a los estudiantes del programa?», se preguntó.

Su grupo desea mayor flexibilidad para los distritos que están perdiendo dinero. Un proyecto para financiar el Departamento de Agricultura el año próximo daría a los distritos una oportunidad de solicitar una demora de un año en la aplicación de las normas.

El representante republicano Robert Aderholt, autor de esta iniciativa, dijo que las normas para el almuerzo escolar van demasiado lejos y son demasiado rápidas para que los distritos las puedan aplicar.

«Aun lo bien intencionada que se crea la gente en Washington, la realidad es que desde un punto de vista práctico estas regulaciones sencillamente no funcionan en algunos distritos escolares individuales», dijo después que un panel en la Cámara de Representantes aprobó su proyecto. Se anticipa una votación en la cámara en pleno después del receso del 4 de julio.

La primera dama y el secretario de agricultura Tom Vilsack, cuyo departamento opera el programa de alimentos escolares, se oponen a modificar la ley.

Los críticos de la asociación dicen que la oposición no solo responde a las autoridades escolares apremiadas sino también a la industria alimentaria. Las compañías de alimentos están entre los miembros que más fondos aportan a la asociación y son los que suministran a las escuelas la mayoría de sus alimentos. La industria se ha mantenido en silencio durante el debate pero deberá gastar millones de dólares para adaptar sus productos a las nuevas normas.

«Lo último que podemos darnos el lujo de hacer ahora es hacer política con la salud de nuestros niños, especialmente cuando estamos empezando a observar algún progreso en este asunto», dijo la señora Obama en la Casa Blanca, donde recibió a un grupo de expertos en nutrición escolar, todos ellos favorables a las normas.

La asociación solicitó una reunión con la señora Obama y Vilsack. En cambio, fue invitada a reunirse la semana próxima con Vilsack y Sam Kass, un chef de la Casa Blanca que es el director ejecutivo de la iniciativa de la primera dama contra la obesidad, junto con representantes de otra decena de organizaciones que favorecen las normas.

La campaña enérgica de la primera dama contra los republicanos en el Congreso y la asociación contrasta notablemente con la campaña discreta que hizo anteriormente y con el modo en que enfrentó controversias anteriores. Su actitud había estado guiada por la prudencia para no dejarse llevar por los impulsos momentáneos.

«Ella cree muy, muy firmemente en la iniciativa contra la obesidad y creo que considera el intento del Congreso por mitigar la ley de 2010 como anatema después de intentar muy firmemente cambiar la cultura de lo que vemos sucede con esos almuerzos institucionales», comentó Myra Gutin, que estudia las primeras damas en la Universidad Rider.

La señora Obama dice que los requisitos se basan en fundamentos científicos y que el 90% de las escuelas los cumplen. La asociación sostiene que hay distritos que no están preparados para aplicar las nuevas normas.

«Voy a luchar hasta el fin para garantizar que todo niño de esta nación siga recibiendo la mejor nutrición que pueda tener en nuestras escuelas», enfatizó la primera dama en un acto en la Casa Blanca en el que presentó a estudiantes de escuela primaria que prepararon y comieron una ensalada de almuerzo usando vegetales que ellos mismos habían plantado en el jardín de la mansión presidencial.

La Casa Blanca ha amenazado vetar el proyecto de la cámara baja impulsado por los republicanos. La versión del Senado no incluye la exención de un año.