Primer ministro se va de Tailandia


Un protestante antigobierno pasea frente a la entrada del aeropuerto internacional de Bangkok.  AFP Saeed Khan

La crisis tailandesa vivió hoy dos acontecimientos mayores, con la partida forzada del primer ministro Somchai Wongsawat y el anuncio de un acuerdo con los manifestantes antigubernamentales para reanudar rápidamente el tráfico aéreo en Bangkok.


Los manifestantes, que desde hace una semana ocupan los dos grandes aeropuertos comerciales de la ciudad, accedieron a permitir el despegue y aterrizaje de los aviones tras un veredicto del Tribunal Constitucional que ordenó la disolución del partido en el poder y de dos de sus socios de coalición y excluyó a Somchai de la escena polí­tica durante cinco años.

La autoridad aeroportuaria (AOT) «llegó a un acuerdo» con los opositores de la Alianza del Pueblo por la Democracia (PAD) para que los manifestantes evacúen las zonas de pasajeros del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, anunció el presidente de la AOT, Vudhihaandhu Vichairatama, precisando que un primer vuelo podrí­a partir «en las próximas 24 horas si no hay problemas técnicos».

Por su parte, un responsable de la PAD, Somkiat Pongpaiboon, afirmó que ésta «autorizó a los aviones a despegar y aterrizar inmediatamente, tanto los vuelos de pasajeros como los de mercancí­as».

El cierre por los opositores de Suvarnabhumi y del aeropuerto nacional de Don Mueang dejó a 350 mil pasajeros atrapados en Tailandia.

El acuerdo para desbloquear la situación se produjo pocas horas después del veredicto del Tribunal Constitucional.

La corte examinaba desde hací­a meses las irregularidades cometidas por ciertos dirigentes del Partido del Poder del Pueblo (PPP) de Somchai en las elecciones legislativas de diciembre de 2007, que esa formación ganó con amplia ventaja.

Poco después de conocerse el veredicto, Somchai Wongsawat, de 61 años, cuñado del ex primer ministro exiliado Thaksin Shinawatra, anunció su partida.

«Mis funciones han terminado. Ahora soy un ciudadano corriente», declaró a los periodistas en la ciudad de Chiang Mai (norte) donde se encontraba desde que la semana pasada comenzó el bloqueo de los aeropuertos.

La Corte ordenó asimismo la disolución de otros dos partidos, Matchima (11 escaños) y Chart Thai (34 escaños), miembros minoritarios de la coalición de gobierno, y la evicción polí­tica de sus dirigentes durante cinco años.

El PPP anunció que sus miembros se reagruparán bajo una nueva estructura, que habí­a creado anticipándose al veredicto de la corte.

«Los 216 parlamentarios que nos quedan pasarán al partido Pheu Thai y tratarán de que la cámara elija a un nuevo primer ministro», declaró el portavoz de la formación, Kudeb Saikrajang.

Según la Constitución adoptada en agosto de 2007, por iniciativa de la junta militar que dirigió el paí­s tras el derrocamiento de Thaksin en septiembre de 2006, un partido puede ser disuelto en Tailandia si uno solo de sus responsables es declarado culpable de fraude electoral.

Un alto responsable gubernamental afirmó por otra parte, que la cumbre anual de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) que debí­a celebrarse a mediados de diciembre en Tailandia fue aplazada debido a la crisis polí­tica.

Tailandia es escenario desde hace meses de importantes manifestaciones antigubernamentales, que se agudizaron hace una semana con el cierre de los dos aeropuertos de Bangkok.

La tensión entre partidarios y adversarios del gobierno -los primeros vestidos de rojo, los segundos de amarillo en señal de lealtad al rey- no dejaba de aumentar. Un nuevo atentado con granada contra los manifestantes en el aeropuerto de Don Mueang causó un muerto y 22 heridos anoche.

En el caos reinante, cuatro turistas -dos canadienses, un holandés y hongkonés- murieron en accidentes de tráfico en los últimos dí­as cuando se dirigí­an al sur del paí­s para intentar atrapar alguno de los vuelos en los aeropuertos que seguí­an abiertos.