El Primer Ministro turco restó importancia nuevamente hoy a las protestas callejeras contra su gobierno, calificándolas de acciones organizadas por extremistas y rechazó toda comparación con los levantamientos de la llamada Primavera Árabe.
En actitud defensiva y visiblemente enojado en el cuarto día de los disturbios, Recept Tayyip Erdogan fustigó a los periodistas que le preguntaron si el gobierno había comprendido «el mensaje» de los manifestantes o si suavizaría su tono.
«¿Cuál es el mensaje? Quiero que ustedes me lo digan», replicó Erdogan.
«¿Qué significaría bajar el tono? ¿Pueden decírmelo?», preguntó. Habló con la prensa antes de partir en una gira de cuatro días a Marruecos, Argelia y Túnez.
Turquía se ha visto conmovida por manifestaciones desde el viernes, provocadas por la excesiva fuerza policial contra manifestantes que efectuaron una protesta pasiva para evitar que cortaran árboles de la Plaza Taksim en el centro de Estambul. Las manifestaciones han derivado en los mayores disturbios antigubernamentales en años.
Los manifestantes, mayormente laicos, salieron a las calles para manifestar indignación por el estilo intransigente de Erdogan como también la mano dura de la respuesta policial a las protestas. Algunos de los manifestantes chocaron con la Policía, pero la mayoría se manifestó pacíficamente. Erdogan los ha calificado de «un tropel de saqueadores».
La violencia estalló en Estambul el lunes temprano entre un grupo de manifestantes y la Policía en el cuarto día de protestas. La agencia noticiosa Dogan dijo que la Policía lanzó gases lacrimógenos al grupo en un área cercana al despacho de Erdogan en Estambul. Los manifestantes respondieron arrojando piedras.
La agencia dijo que hasta 500 personas fueron detenidas durante la noche después que la Policía disolvió protestas de varios miles de personas en la capital Ankara. La televisión Fox turca reportó que otras 300 personas fueron detenidas en Izmir, la tercera ciudad de Turquía.