Primer ministro asegura crecimiento de 8%


El primer ministro chino, Wen Jiabao, aseguró hoy que la crisis económica mundial plantea a China «desafí­os sin precedentes», pero confí­a en que el paí­s crezca de todos modos un 8% este año.


En su discurso anual a la nación, pronunciado en el parlamento, Wen ofreció nuevos detalles sobre el gigantesco plan de reactivación económica de cuatro billones de yuanes (465.000 millones de euros, 585.000 millones de dólares) para ayudar a China a sortear la crisis.

Wen reconoció que la tercera economí­a mundial se ha visto golpeada de lleno por la crisis y que los indicadores no predicen una pronta recuperación.

«Nos enfrentamos a dificultades y desafí­os sin precedentes. La crisis financiera global continúa expandiéndose y empeorando», dijo Wen a los 3.000 delegados reunidos para el mayor evento polí­tico anual del Partido Comunista, que se extenderá durante nueve dí­as.

«La demanda continúa cayendo en los mercados internacionales. La tendencia a una deflación global es obvia, y resurge el proteccionismo comercial», continuó.

A pesar de todo, Wen aseguró que la economí­a del paí­s será capaz de crecer un 8% en 2009.

«Mientras adoptemos y apliquemos las buenas polí­ticas y las medidas apropiadas, seremos capaces de alcanzar este objetivo» del 8% de crecimiento, sostuvo.

Para algunos economistas, este es el umbral que permitirí­a a China mantener un nivel suficiente de creación de empleo y evitar disturbios sociales.

El crecimiento económico de China se contrajo fuertemente el pasado año por culpa de la crisis económica y financiera internacional, al 6,8% en el último trimestre de 2008 (un 9% en todo el año), una cifra preocupante para un gobierno acostumbrado a expansiones de dos dí­gitos y que marca un severo retroceso en comparación al crecimiento de 13% registrado en 2007.

La desaceleración de la economí­a china, que depende de las exportaciones a las economí­as desarrolladas que ahora están en recesión, ha dejado sin empleo a 20 millones de trabajadores emigrantes del campo a las ciudades por el cierre de innumerables fábricas.

Tradicionalmente decenas de miles de protestas tienen lugar cada año en China, incluso en tiempos de bonanza económica, pero el creciente desempleo hace temer a los dirigentes comunistas que se produzcan disturbios sociales de mayor alcance.

Wen admitió la existencia de problemas que pueden aumentar las tensiones y que han sido exacerbados por la crisis, como una red de seguridad social y un sistema de salud pública inadecuados, así­ como la brecha entre ricos y pobres.

Pero aseguró que la meta de crecimiento de 8% es realista y puede suministrar una plataforma sólida para crear millones de empleos y apaciguar las tensiones sociales.

«Mantener una cierta tasa de crecimiento de la economí­a es esencial para expandir el empleo para los residentes tanto urbanos como rurales, aumentar el ingreso de la gente y asegurar la estabilidad social», afirmó.

El pronóstico de Wen es más optimista que el del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un crecimiento de 6,7% para China este año.

Wen anunció asimismo un déficit presupuestario récord de 950.000 millones de yuanes (140.000 millones de dólares) en 2009, es decir, nueve veces más que el de 2008.

Este déficit se debe al plan de ayuda de cuatro billones de yuanes, una parte del cual se destinará a aumentar el gasto, mejorar la seguridad social, incrementar las ayudas a los 800 millones de pobres que viven en el campo y a ayudar a las industrias claves, como la siderúrgica y la automovilí­stica.

Los planes tuvieron un impacto en general positivo en las bolsas regionales. Los mercados financieros de China, Australia y Japón subieron el jueves, pero Hong Kong cayó. Las bolsas europeas retrocedí­an en la apertura.