El juzgado de Primera Instancia Penal de Chinautla ordenó abrir juicio contra William Oswaldo Alarcón Melgar, cuyo caso será el primero con la tipificación de feminicidio establecido en nueva ley.
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El caso tiene un alto contenido de violencia ya que el victimario después de atacar a su conviviente intentó suicidarse con la misma arma, sin conseguirlo.
Según datos de la Fundación Sobrevivientes, querellantes en los procesos relacionados con violencia contra las mujeres, el sistema de justicia procesa actualmente unos 12 casos de femicidio desde la entrada en vigencia de la Ley contra el Feminicidio y otras Formas de Violencia contra la Mujer.
VIOLENCIA
í“scar Girón, fiscal de Chinautla, narra que el hecho ocurrió el 1 de octubre de 2008 en una pequeña casa ubicada en la aldea Buena Vista, Chinautla, cuando Alarcón Melgar disparó contra su conviviente segándole la vida.
La fémina respondía al nombre de Rosa Andrea Miranda, quien recibió varios impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Sin embargo, la culpa invadió al homicida y este intentó quitarse la vida con la misma arma: Alarcón puso el cañón del revólver en su boca y disparó; sin embargo, la bala salió por un costado de su rostro sin provocarle ninguna herida de gravedad. Horas más tarde era atendido en hospital y detenido por feminicidio contra su conviviente.
El fiscal Girón informó que durante el proceso presentará como medios de prueba «las declaraciones de varios testigos, análisis forenses y documentación», indicó.
DIFíCIL
Norma Cruz, directora de la Fundación Sobrevivientes y, querellante dentro de varios procesos relacionados con el tema de violencia contra la mujer, informó que actualmente se procesan unos 12 casos donde el sindicado es procesado por femicidio en la capital.
La activista consideró que esa cifra es pequeña en relación con los asesinatos de mujeres que se reportaron durante 2008. Según el informe sobre Derechos Humanos del Grupo de Apoyo Mutuo, el año pasado fueron asesinadas de forma violenta 444 mujeres y 39 niñas.
Cruz explicó que los procesos son difíciles: «porque probar que a la víctima le quitaron la vida por ser mujer no es fácil; se tiene que trabajar muy bien en el caso y recabar antecedentes de hechos de violencia, y en ese caso nos enfrentamos a que hay muy poca denuncia de parte de las víctimas», enfatizó la entrevistada.
Cruz añadió que el testimonio de las personas que vivieron cerca de la víctima es importante dentro del desarrollo del debate, sin embargo, los testigos tienen miedo de declarar lo cual limita que se puedan probar hechos anteriores de violencia.