Los principales candidatos para las elecciones presidenciales de octubre en Brasil realizan hoy el primer debate, iniciando así la fase decisiva de la campaña para sustituir al presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el Palacio de Planalto.
La oficialista Dilma Rousseff (62 años), el opositor José Serra (68 años), la ambientalista Marina Silva (52 años) y el intelectual radical Plinio de Arruda Sampaio (80 años) serán los protagonistas de un embate televisivo en el que los dos primeros reúnen más de dos tercios de las intenciones de voto, según las encuestas.
Más allá de diferencias en la metodología del sondeo y números que no siempre coinciden, las consultoras indican que la economista Rousseff, ex jefa de gabinete ministerial de Lula, consiguió imponer una sólida ventaja sobre Serra, su principal adversario.
Según el estudio del instituto Sensus divulgado este jueves la ventaja sería de 10 puntos: 41% a 31%.
El último sondeo del instituto Vox Populi, por ejemplo, daba a Rousseff ventaja de 40% a 35%, aunque DataFolha atribuía la delantera a Serra por 37% a 36% (situación denominada empate técnico). De acuerdo con el instituto Ibope, Dilma supera a Serra por 39% a 34% de las intenciones de voto.
En tanto, Marina Silva (quien adquirió notoriedad mundial cuando ocupó el cargo de ministra de Medio Ambiente en el gobierno de Lula) aparece en los sondeos con un nivel de apoyo que oscila entre el 8% y el 10%, según la encuesta.
En un lejano cuarto puesto, Plinio de Arruda Sampaio cosecha sólo el 1,7% de las intenciones de voto, según Sensus.
De cualquier forma, los sondeos dejan en evidencia que desde el lanzamiento de su candidatura Rousseff logró duplicar las intenciones de voto a su favor, auxiliada en gran parte por los niveles récord de popularidad del presidente Lula, su principal soporte político.
Antes del esperado debate, Rousseff y Serra declararon separadamente a la prensa que no esperaban que la noche se convierta en un espectáculo de provocaciones o ataques, y que en cambio tenían la expectativa de exponer ideas y proyectos.
Para este primer cara a cara entre candidatos, los asesores de Rousseff dijeron a la prensa que la aspirante buscará demostrar que no es una «invención» de Lula y que tiene ideas propias.
Serra, en tanto, señalará que la candidata no tiene suficiente experiencia en cargos administrativos como para aspirar a gobernar un país de la complejidad de Brasil, según sus asesores. Silva buscará mostrar que las propuestas de Rousseff y Serra están desactualizadas desde el punto de vista del desarrollo sustentable.
Las elecciones presidenciales de octubre marcarán el primer comicio directo en décadas que no contará con Lula como candidato, ya que después de dos mandatos como presidente está impedido por la Constitución a aspirar a un tercer período en el sillón presidencial.
En la primera elección presidencial directa realizada en Brasil después de la dictadura militar, en 1989, Fernando Collor de Mello fue electo presidente derrotando precisamente a Lula en el segundo turno. Lula volvió a ser candidato en 1994 y 1998, cuando el triunfador fue Fernando Henrique Cardoso.