Previsiones pesimistas esperan crecimiento de 1.5% del PIB


Marco Vinicio Cerezo Blandón es el coordinador del Programa Nacional de Emergencia y Recuperación Económica.

El Gobierno prevé implementar «medidas de urgencia dentro del Plan de Emergencia» para paliar la crisis económica en Guatemala, que entrarí­a en su etapa más crí­tica en el último trimestre de 2009 y el primer semestre del próximo año.


En los primeros tres meses del año el Gobierno ya analiza la readecuación del Presupuesto de Ingresos y Egresos de la Nación, de cara a enfrentar los impactos que se esperan en la economí­a nacional por consecuencia de la crisis internacional.

La caí­da en la recaudación fiscal, que podrí­a llegar a Q4 mil millones -según perspectivas extraoficiales- impactarí­a al presupuesto de Q49 mil 723 millones que podrí­a reducirse hasta Q45 mil millones.

En un «escenario pesimista», Marco Vinicio Cerezo Blandón, coordinador del Programa Nacional de Emergencia y Recuperación Económica, estima que el crecimiento del paí­s podrí­a caer a 1 o 1.5% en el 2009, por consecuencia de la desaceleración en las actividades productivas, las exportaciones y otros factores básicos.

ETAPA CRíTICA

La etapa más crí­tica para la economí­a se espera para el último trimestre de 2009 -octubre, noviembre, diciembre- y alcanzarí­a al primer semestre del próximo año -enero a junio. «Siempre un año o un año y medio detrás de la crisis de Estados Unidos».

Frente a esta situación, se implementarán «medidas de urgencia dentro del Plan de Emergencia» que no estaban planificadas dentro del proyecto original, que fue definido entre finales del año pasado y principios de 2009.

Cerezo refiere que dentro de las prioridades del plan anticrisis está mantener a flote las medidas de protección social, impulsar programas de microfinanzas para facilitar el acceso a crédito, fortalecer los fondos de construcción para generar empleo en ese sector e intensificar los programas educativos y medioambientales, para generar plazas de trabajo.

Asimismo, se plantea la apertura del diálogo franco sobre temas fundamentales para la macroeconomí­a, que incluye la tasa cambiaria de la moneda, la tasa de interés y los proyectos de crédito, en donde estarí­an involucrados grandes, medianos y pequeños sectores productivos.