Washington Office on Latin American e Inter. American Dialogue – “Consideraron como muy acertada la propuesta de Otto Pérez Molina. Tomando en cuenta que existe una creciente frustración en la región, porque el enfoque actual no ha frenado la producción, el tráfico y consumo de drogas; creen necesario considerar la “descriminalización” del consumo porque el uso de estupefacientes debe ser tratado como un asunto de Salud Pública más que un asunto criminal”.
Roberto Antonio Villeda Recinos / S-20 15240
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Pero parece que no estamos interpretando adecuadamente el fondo del planteamiento del Presidente, porque él en ningún momento me parece ha planteado la “descriminalización” sino “la despenalización” que son conceptos totalmente distintos veamos: Descriminalización consiste en, hacer desaparecer de la gama de delitos y faltas tipificadas en el Código Penal, un determinado modelo de comportamiento humano, que a partir de tal acción sería jurídicamente “licito” lo que significa que una acción deja de ser relevante para el derecho, lo que algunos denominan también como “legalización” ahora veamos la despenalización, es el mecanismo en virtud del cual una conducta descrita en la ley penal como delito, sale de este ámbito jurídico penal para ser sancionada en una jurisdicción distinta, de naturaleza civil, comercial o administrativa .
Esta tergiversación de conceptos es lo que a provocada confusión y rechazo a la iniciativa, creería, que con esta definición conceptual permitiría mayor entendimiento a la misma. Es de resaltar que quienes la entendieron desde su propuesta, la han valorado en su justa dimensión y le han dado el respaldo y apoyo necesario a la iniciativa de Guatemala de “discutir” otras alternativas para el combate al narcotráfico en la región.
Es evidente la incapacidad de los Estados Unidos de frenar a sus consumidores de drogas y a esto obedece la tremenda preocupación gringa porque más que bajar ha aumentado su consumo en los últimos años, o sea que hay mayor demanda. Por lo mismo la propuesta se ha traducido en una dura afrenta a Washington. “URGE” que los presidentes de la región se sienten a discutir otras alternativas con un enfoque diferente para no repetir los errores cometidos durante los últimos 40 años de combate fracasado
Y el baño de sangre que ha provocado en su largo recorrido desde los mercados productores hasta el gran mercado consumidor que son los estados de la Unión Americana; plantear una discusión como tema de salud y seguridad en la región es una propuesta que tiene sentido por ser un problema social de cada país. Así que debemos insistir en que la región tome una posición en conjunto y el esfuerzo despierte el debate en la sociedad centroamericana. Cabe recordar, que en 16 estados de los Estados Unidos tienen legalizada la “mariguana” (por razones médicas) y como ejemplo de despenalizar una droga generó al estado de Hawái más de $10 millones en impuestos en el año 2010.
Ahora bien, resulta hipócrita y de doble moral el que venga cualquier funcionario gringo de tercera categoría a desechar y amenazar por plantear un debate responsable sobre el tema que ellos hace años tomaron en casi la mitad del territorio norteamericano.